Los trabajos japoneses en los que no se te permitiría llevar gafas

Para muchos Japón se encuentra a años luz del resto de países. La tecnología parece que avanza más rápidamente, tienen un gran sentido de la naturaleza y la educación, sumando además que hablamos de uno de los países más responsables. Por supuesto también están los que piensan que, por el contrario, Japón es uno de los países en los que ciertas temáticas deberían de estar prohibidas y donde la cultura del sexo está muy ligada a la sociedad.

Sea como fuere, Japón no deja de sorprender. En los últimos días una serie de mensajes han dado mucho de qué hablar, abriendo toda una serie de debates en redes sociales y foros. El motivo no es otro que el impedir a unas trabajadoras de un restaurante llevar gafas cuando están ataviadas con el kimono debido a que choca por completo con la estética tradicional del lugar.

Puede parecer una anécdota sin más repercusión, pero nada más lejos de la realidad. En Japón existen varios trabajos en los que sus empleados tienen terminantemente prohibido llevar gafas. Junto a las restaurantes se encuentran puestos como el de asistentes de vuelo, personal de ventas de cosméticos y recepcionistas. En muchos de estos trabajos se ha explicado el motivo por el cual no pueden llevar gafas. Este es el caso de las asistentes de vuelo, debido principalmente a motivos de seguridad.

Si hablamos de las dependientas de maquillaje, las cadenas de tiendas se amparan en que llevar gafas puede dificultar ver los efectos de los productos para los posibles compradores. En cambio, mucho más extraña es la decisión para las recepcionistas, asegurando que llevar gafas puede dar una impresión de frialdad.

Youumikan, una usuaria en Twitter que mostró su desencanto con este tipo de decisiones, no dudó en compartir sus impresiones tras uno de los reportajes que realizaron para la TV japonesa en torno al caso de la joven dependienta del restaurante. ‘Son formas muy anticuadas de pensar. Puedo decir que hasta es una forma de acoso’. Numerosos usuarios se sumaron a su tweet, alegando que ‘para las azafatas y dependientas de cosméticos podría no evitarse o resultar hasta lógico, pero para el resto de puestos de trabajo es muy difícil de entender’.