El día en el que el actor de The Rock hizo callar a Bill Gates durante la presentación de la primera Xbox

Corría el año 2011. Nintendo y Sony tenían sus bazas para la nueva generación de consolas en aquel entonces, GameCube y PlayStation 2 respectivamente. SEGA lo intentó, aunque por enésima vez, con Dreamcast. Lo que nadie esperaba es que el gigante de la informática, Microsoft, entrase en escena. Xbox llamó poderosamente la atención de millones de jugadores por ser la máquina más potente hasta la fecha, atrayendo lo mejor del mundo de PC y las consolas.

Durante su presentación en el E3 de aquel año, nadie mejor que Bill Gates para presentar al mundo Xbox, la marca que definiría a Microsoft hasta la fecha en el terreno de la industria. Con una entrada en el mercado de los videojuegos tan importante para los de Redmond, ¿qué mejor que contar con invitados de lujo? Dicho y hecho. Microsoft escogió a nada más y nada menos que The Rock para presentar Xbox en el E3 2001.

Cabe destacar que La Roca estaba todavía lejos de su popularidad en el celuloide, al menos tal y como lo conocemos a día de hoy. En aquel año Dwayne Johnson era muy conocido en el universo de la WWE. El movimiento de Microsoft por acaparar la atención estuvo muy bien, no vamos a negarlo, a fin de cuentas The Rock era el luchador más importante del momento, pero ¿salió bien la jugada?

La presentación de Xbox en el E3 2001 siempre será recordada por uno momento histórico que unió a Bill Gates y The Rock. Y es que ni corto ni perezoso, durante el momento en el coincidieron ambos en el escenario, La Roca mandó callar al mismísimo Bill Gates. El jefazo de Microsoft tiró de algunos tópicos y clichés para hablar de la máquina, sus características, etcétera. Fue entonces cuando La Roca soltó un “¡a nadie le importa lo que pienses, Bill!”. Un comentario que arrancó las risas del público. Pocos segundos después, el luchador añadía “lo siento Bill, es la fuerza de la costumbre”.

Aquel momento pasará a la historia del E3 como uno de los más emblemáticos; también en el marco de las presentaciones más recordadas de una consola alguna. Xbox no fue la consola más popular de su generación, a pesar de los más de 24 millones de unidades vendidos. Los motivos están ligados a su primera andadura en el mercado, cifras que mejoraron exponencialmente con Xbox 360. Gamecube tampoco estuvo muy inspirada; menos aún Dreamcast, suponiendo la quiebra en el mercado del hardware para SEGA. Ambas tres no pudieron enfrentarse a la todopoderosa Sony, quien vendió la friolera de más de 150 millones de unidades de PlayStation 2. Ahí es nada.