Así es Fahrenheit en un iPhone

Los grandes clásicos de la era PlayStation 2, como GTA III y todos sus juegos satélite, Max Payne o, en este caso, Fahrenheit están encontrando un lugar ideal en las tripas de los nuevos dispositivos táctiles. Todo un nuevo mercado, ambriento de grandes estrenos, que ven en aquellos triple A de hace más de diez años, toda una oportunidad para tener un reclamo de compra de juegos que ya se daban por completamente amortizados.

Si tenemos que poner una pega a este juego, como siempre, se la podemos dar al control. Gráficamente mejora levemente el nivel de aquellos tiempos, pero jugado en una pantalla pequeña no resulta demasiado inconveiente. Pero, pese a que no es un juego en el que la acción resida mayormente en el movimiento de los personajes (normalmente es más habitual que se tomen más esfuerzo para crear QTE emocionantes y trepidantes que se adaptan más que correctamente al control que carreras) cuando tenemos que movernos seguimos sintiéndonos algo torpes.

Respecto al juego, el que lo conozca, sabrá perfectamente lo que se va a encontrar: una aventura con tintes peliculeros y mucho, pero que mucho, Quicktime Events, en el que tendremos que descibrir por qué hemos cometido un asesinato. Personalmente, y con la serie Perdidos como perfecto ejemplo, os aseguramos un viaje trepidante en la aventura, aunque con un final bastante dudoso.