TODO UN ENTRAMADO A SU ALREDEDOR
Crea un entramado corrupto en su trabajo para robar 10 millones de dólares a una importante compañía
Este criminal logró convencer a sus compañeros de trabajo para robar hasta 10 millones de dólares.
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Robar ya de por sí es una acción delictiva que nadie debería de llevar nunca a cabo en su vida, pero hacerlo encima a la empresa para la que trabajas, menos aún. Volodymyr Kvashuk era un ingeniero de Microsoft cuya principal tarea era probar códigos prepago de Xbox.
Hasta aquí nada fuera de lo normal, si no fuera porque Volodymyr encontró una brecha de seguridad que le permitió generar códigos cada vez más rápidos, y peor aún, esas tarjetas prepago eran totalmente funcionales en la vida real. ¿La idea del ingeniero? Revenderlas hasta un 55% más baratas.
Según cuenta el medioBloomberg, poco a poco, Volodymyr fue ganando con cada código 10 dólares. Con miles de dólares ya en el bolsillo que provenían de la propia Microsoft, el ya exingeniero no contento con los resultados decidió atraer a su plan algunos empleados extra. Con ello, Volodymyr y sus secuaces se asegurarían ganar más dinero y de forma más rápida gracias al desarrollo de un programa que incrementaba la velocidad de los códigos.
Volodymyr lo tenía, a priori, todo atado. Sin ir más lejos Japón y Rusia eran los destinos desde camuflaba todas las acciones que llevaba a cabo. FIST, empresa encargada de descubrir fraudes, junto al detective Andrew Cookson lograron encontrar los 'despistes' de Volodymyr y finalmente darle caza.
El motivo que despertó la curiosidad de los detectives fue la compra de hasta 3 tarjetas gráficas Nvidia a una misma dirección, compra realizada por la misma persona. Cabe destacar que comprar este tipo de tarjetas a día de hoy es poco más que imposible, y en caso de hacerlo su precio está disparado, por encima de los 1000 o 2000 euros.
Con esta pista y tras descubrir que el ingeniero se ocultaba bajo una identidad falsa, finalmente ha sido sentenciado a nada más y nada menos que 9 años de prisión. Volodymyr Kvashuk consiguió robar la friolera de hasta 10 millones de dólares a Microsoft, con ayuda de su equipo, y con la venta de códigos de 10 dólares en forma de tarjetas prepago.
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