El teléfono móvil que nadie quiso, el mayor fracaso de Nokia

El negocio de los videojuegos es quizás uno de los más complicados para las empresas. Muchas lo han intentado, pero la competencia es tan agresiva que hasta las apuestas más fuertes no siempre salen tan bien cómo deberían.

Nokia tuvo su oportunidad de entrar en el mercado de los videojuegos en el año 2003, momento en el que lanzó un producto multimedia llamado N-Gage. Este dispositivo, además de comercializarse como una consola portátil, podía usarse como teléfono móvil, radio o MP3, adquiriendo así unas características inigualables para la competencia.

Además, a esta máquina fueron llegando juegos como Call of Duty, FIFA o Rayman 3 entre otros. Pero no todo fue como Nokia se esperaba, pues precisamente la que por aquel momento era la compañía puntera en el mercado móvil sufriría un revés considerable.

N-Gage no servia como estándar de móvil, por el exagerado número de botones, ni como estándar de consola, puesto que los controles tampoco se adaptaban muy bien. Además, los 300€ que había que pagar en su lanzamiento, tampoco favorecieron unas buenas ventas.

Por último, entre 2004 y 2005 serían lanzadas Nintendo DS y PSP, confirmando definitivamente el final de N-Gage; una consola muy prometedora que se quedó en un fracaso comercial para Nokia.