El tétrico origen del Pokémon huérfano que angustia a los fans

Aunque las veamos como criaturas divertidas en un mundo en el que los humanos y los Pokémon conviven felizmente, lo cierto es que tras el diseño de algunos de estos monstruos existen historias de todo tipo, también las más tristes del mundo de los videojuegos. Cada Pokémon es un caso diferente y la historia que tiene detrás de su creación también. Por ejemplo, existen Pokémon que son una especie de dioses, mientras que otros son creaciones de los propios humanos, experimentos de laboratorio.

El caso del que hablaremos hoy es probablemente uno de los más tristes en el mundo Pokémon. Cuando dentro de unos meses disfrutéis de 'Pokémon Espada' y 'Pokémon Escudo' en Nintendo Switch, después de leer la historia de los Cubone, sin duda los jugaréis de otra forma y veréis a este especie de forma diferente.

Disponibles desde la primera generación de Pokémon, los Cubone son unas criaturas de pequeño tamaño y forma sauria de tipo Tierra. Se ven como pequeños dinosaurios de color marrón, si bien el secreto está en sus complementos: llevan un hueso en la mano, así como un cráneo de animal que los protege de los golpes a modo de casco. ¿Dé dónde han salido estos huesos?

La triste historia del Pokémon Cubone

Las descripciones de los videojuegos originales eran más explícitas en la historia de los Cubone, y se han ido retocando con el paso de las ediciones para suavizarlas de cara a los jóvenes y niños que disfrutan de la licencia. Pero el lore de Pokémon nos cuenta que cada vez que un Cubone sale del huevo, la madre fallece y la criatura se queda con el esqueleto de su madre a modo de protección. Por tanto, cada cráneo de un Cubone procede de su madre.

La historia u origen del Pokémon se queda ahí de forma oficial, y no explica cuál es la procedencia del hueso de su mando que utiliza como arma. Las teorías de los fans en las comunidades de Pokémon dicen que se trataría de un fémur de su madre fallecida al nacer, pero en este caso Nintendo no lo ha confirmado. Si los Cubone son hembras, de forma irremediable, cuando tienen una cría deben sacrificarse para darles su esqueleto a modo de armas.

Este fenómeno particular en el mundo de Pokémon en realidad no es tan extraño en el mundo natural real. Por ejemplo, las hembras de las viudas negras se comen a los machos después del apareamiento. Las madres de los pulpos permanecen 40 días seguidos sin comer vigilando sus huevos y la mayoría terminan pereciendo cuando estos eclosionan en el mar.