INESPERADA COMPRA
Compra un yate NFT por 650.000 dólares de un juego que no se ha publicado
Se trata del NFT más caro vendido hasta la fecha y que además se presenta en un juego que, por ahora, no se ha lanzado.
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El mercado de los NFT sigue en constante crecimiento, sucediendo todo tipo de historias extrañas que nos dejan sin palabras. Una de las polémicas más recientes viene de la mano de Willyrex, quien ha sido criticado por la comunidad de fans debido a la forma en la que expone los NFT. Sin embargo, esta no es la más peculiar, sino que hoy se ha dado a conocer el caso de un comprador anónimo que ha adquirido un yate NFT por nada más y nada menos que 650.000 dólares.
Si bien la cifra ya puede ser más que notable, lo que más llama la atención es saber que este yate, además, ha sido comprado en un juego que, por ahora, no se ha publicado. Así al menos indican desde PC Gamer se trata de un token en forma de yate que ha estado a subasta y que ha ido elevando su precio hasta alcanzar un precio tan elevado como el que ha pagado el comprador.
El objeto en cuestión se llama “Metaflower Super Mega Yacht” y, a pesar de que pueda o no tener utilidad, para su comprador parece ser una pieza inigualable. Pero, ¿qué tiene exactamente este yate? Bueno, según se ha indicado dispone de una estación DJ, su propio helipuerto y una bañera hidromasaje. Todo esto dentro de un lugar conocido como “Las Islas Fantasía”.
Todo alrededor de este proyecto llama la atención, sobre todo por la forma en la que se presenta ya que se hace conocer como un proyecto de desarrollo inmobiliario de lujo con 100 islas privadas NFT en la blockchain de Ethereum. Es decir, que por ahora el dueño de este yate no puede llegar a disfrutarlo ya que, por ahora, el proyecto está en desarrollo y no hay forma de acceder a ello realmente.
Actualmente el juego se encuentra en una fase alfa, por lo que los jugadores, por ahora, no tienen ningún tipo de acceso a esto. Eso sí, ¿qué podría suceder si el juego realmente no llega a publicarse? Pues en este caso habrá que esperar para comprobar qué medidas toma el dueño o incluso la compañía que se encuentra actualmente trabajando en el yate y el mundo en el que se podrá disfrutar.
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