Análisis
Pulse: Volume One
iPad recoge un nuevo juego en el que la música es la auténtica protagonista.

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Muchas veces nos hemos encontrado con juegos basado exclusivamente en el uso de la música. En todos ellos, tenemos que demostrar nuestros sentido del ritmo y meternos de lleno en una experiencia sinestésica, en la que música y sonido se mezclan. En algunas ocasiones lo hemos hecho con un instrumento en la mano y en otras con pulsaciones de botones. El resultado nunca es el mismo, nunca es la misma historia… Pero las ideas están en ordenadas de la misma forma dentro del juego. Tenemos que seguir secuencias, pero olvidándonos de las matemáticas y entregándonos al ritmo.
Da igual que el juego sea Guitar Hero. Lumines o Patapon. Nuestra misión es hacer música, tocando la guitarra, colocando fichas o haciendo que nuestros soldados diminutos se muevan en un mundo dibujado.
Sin embargo, a veces toda esta vestimenta sobra a la hora de contar la misma historia. A veces no es necesario inventarse que un Dios arcano mueva a nuestras tropas al ritmo del Pata Pata Para Pon. No es necesario sentirnos parte de una banda de rock. Ni siquiera ser una nave espacial que se mueve al ritmo de la destrucción en un mundo vectorial. A veces la música puede ser simple luz y color.
Eso es Pulse: Volume One, un juego que nos hace meternos en la música de una forma bastante adictiva, sin demasiado efecto especial, ni ese tipo de cosas. Aquí todo es tocar, pulsar, sentir el ritmo de la música.
El juego se mueve al ritmo de ritmos concéntricos, con satélites que flotan en diferentes órbitas del núcleo central del ritmo. Nuestra misión, tocar cada uno de dichos satélites en el momento exacto. Y al hacerlo, ver como la melodía va cobrando sentido.
Sí, puede que hayas visto juegos musicales de mayor calidad o con mayor variedad de temas musicales disponibles. Es posible que hayas visto muchas cosas. Pero el juego tiene un interfaz perfecto, fluido, creado para el gozo. Y consigue introducirnos en el mundo musical que representa. Es, como todos los juegos de música, muy absorbente. Y, sobre todo y ante todo, es un juego realmente barato. No llega a 4 euros. Y con él podrás pasarte los ratos muertos, escuchando una y otra vez las canciones incluidas. Jugando con ellas, navegando con ellas. Todo un placer destinado a los usuarios de iPad. Y es que, tanta sinestesia requiera una pantalla de un tamaño considerable. El ritmo no está hecho para encerrarse en lugares muy pequeños.
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