PSVita tres años después: de la superpotencia portátil al indie y juego remoto

Todavía recuerdo cuando hace algo más de tres años acudimos a la fiesta que Sony tenía preparada para recibir a PlayStation Vita en España. Bueno, fiesta no, fiestón, pues poco o nada faltaba para la ocasión. Sorteos, música en directo, buena comida, muy buena gente... y consolas, muchas consolas listas y dispuestas para probar los poderosos lanzamientos con los que contaba PSVita en su estreno.

Sí, vuelvo a hacer hincapié en eso de 'poderosos lanzamientos', pues si algo quiso vender la compañía japonesa con respecto a la competencia era eso: poder. Poder de un pantallón enorme en HD y poder en cuanto a una potencia que quería ser equiparable a los primeros juegos de PS3. En eso, y en una serie de 'incorporaciones' basadas en Nintendo DS como la pantalla táctil y en los juegos de acción en primera y tercera persona, como el importantísimo segundo stick, era en lo que confiaba Sony.

Pero, como se suele decir, qué bonito al principio. Qué lindos colores con los que los nipones pintaban el presente y el futuro de una portátil que se encontró en su momento con un gran panorama, pues 3DS tuvo un arranque tan lento que Nintendo llegó a temer incluso por su imperio en los vagones del metro y en el bus. Sin embargo, una buena reacción por su parte y una serie de errores de confianza de la propia Sony en Vita hacen que, tres años después del fiestón, todo haya cambiado.

Sin Sony es más difícil...
Quién lo iba a haber pensado. Quién habría imaginado una consola de Sony sin el apoyo de la propia Sony. Sin muchos de los grandes nombres, sin grandes inversiones más que el primer año. Sin una idea portátil para una consola portátil que parecía más de sobremesa por sus títulos. Mucho juego de PS3 en Vita; mucho juego de Vita en PS3. Muchos grandes proyectos que se quedaron a medio camino en cuanto a lo que importa en este mundo, que es en el éxito comercial.

Ni Uncharted Golden Abyss, ni Street Fighter X Tekken, ni Ultimate Marvel VS Capcom 3... nada. Tampoco Soul Sacrifice, Freedom Wars, ni Gravity Rush, con una segunda parte que tiene más pinta de PS4 que de PlayStation Vita. Nada salió como Sony quería, a buen seguro, pero tampoco es que hayan puesto todo de su parte para combatir a Pokémon y a Monster Hunter, en 3DS. Ni a Super Smash Bros. con aquel PlayStation All Star Battle Royale sin Crash Bandicoot. Al final no ha habido 'vida' para Vita.

Accesorio de PS4 y 'máquina indie'
No al menos una que sea diferente a la de servir de accesorio, accesorio caro, a PlayStation 4. Sí, sirve de mando. Y también para el juego remoto como el Gamepad de Wii U. Pero no es lo que debería ser siendo la portátil más potente y más completa en cuanto a posibilidades de todo el mercado. La potencia no ha ido acompañada de ideas ni de inversión, y se ha quedado sin más control que el que quiera darla PS4.

Porque los Uncharted, los Street Fighter y los Soul Sacrifice han pasado a mejor vida. Sí, aún queda la versión que Sony está haciendo de Resident Evil Revelations 2, pero el resto son indies. Son los Shovel Knight, los Hotline Miami 2, los Titan Souls... que siendo grandes títulos no son aquellos que en su día nos prometieron que estarían en Vita. Son los complementos para los triple AAA sin los que la portátil de Sony se ha quedado.

Ya no hay fiestas por Vita
Sólo han pasado tres años, tres años en los que sobre todo en Occidente la desidia y la desilusión se han instalado en Vita. Los JRPG que funcionan en Japón no llegan, y si llegan lo hacen sin traducir. En resumen, que en vez de evolucionar con el tiempo, la mejor portátil del mercado en cuanto a capacidades gráficas y jugables ha hecho lo contrario. Lejos quedan las fiestas en la involución de PSVita.