EL SEÑOR DE LOS ERIZOS
Yuji Naka, el padre de Sonic
Con Sega planteándose su modelo de negocio, es el momento de echar la vista atrás y recordar uno de esos nombres propios de la edad dorada de la compañía. Se trata de Yuji Naka, padre de Sonic, que se encargó de poner al erizo en la élite de los videojuegos. Eso sí, con su firma hay otros grandes títulos como Nights Into Dreams, Burning Rangers y Billy Hatcher and the Giant Egg.
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Quizás muchos ya no lo recuerde, pero hubo un tiempo en que Sonic era un auténtico ídolo de masas. Uno de esos personajes capaces de movilizar jugadores de una plataforma a otra. Uno que siempre que protagonizaba un juego era para que fuera al final uno con un sobresaliente. El rival de Super Mario, el que sólo con su mera presencia elevó hasta donde se podía a Megadrive en su duelo con Super Nintendo. Sí, hubo un tiempo en que Sonic era uno de los mayores iconos de esta industria.
Qué casualidad que sus años de mayor gloria coincidieron con el hecho de tener a Yuji Naka al frente del Sonic Team... Bueno, dejando la ironía a un lado, lo cierto es que este japonés de 49 años es uno de esos iluminados de esta industria, que brilló con luz propia y que hizo brillar a cada juego en el que estaba involucrado desde finales de los 80 a mediados de los años 2000. Con él, Sonic alcanzó el cénit. Sin él, Sonic está sin rumbo y protagonizando productos de una más que cuestionable calidad.
Algo similar se puede decir de Yuji Naka, que sin el erizo de su parte ha estado involucrado en muy pocos títulos. Uno de ellos fue Let's Trap, de minijuegos, y el otro y más ambicioso al menos a primero es Rodea the Sky Soldier. Primero estaba planeado para Wii, pero ahora se lanzará en Wii U como un juego de acción. No tiene pinta que ni uno ni otro alcancen la repercusión de Sonic.
El rival de Super Mario
Porque Sonic es su ópera prima. Es su creación más preciada y su legado más importante. Todo para competir con Super Mario. Todo para plantar cara a Nintendo. Todo en manos de un hombre que apenas tendría 25 años pero que ya contaba con un currículum con cosas como Phantasy Star, la versión arcade de OutRun y de Space Harrier, y de Spy vs Spy, entre otros. En sus manos estaba Sega básicamente. En sus manos estaba que Megadrive dijera adiós a Alex Kidd, hola a Sonic y luchara con la Gran N.
Se puede decir que hizo muy bien su trabajo. Quizá Super Nintendo fuera inalcanzable, pero Sonic estuvo a la altura. Desde 1991 cuando nació y cuando el joven Naka dio vida a todo un clásico de los videojuegos, hasta que a mediados de los 2000 se cansara de Sega y de todo y dejara el equipo que tendría por nombre a su mayor creación: el Sonic Team.
Ellos fueron, bajo su mando, quieres llevaron al erizo a lo más alto. Sonic, en 1991, fue sólo el origen de un personaje que con cada aventura que protagonizaba escalaba un peldaño más en la perfección de los plataformas 2D. Con su segunda entrega llego Tails, y con su tercera Knuckles, aparte de una cuarta 'disimulada' con el título de Sonic & Knuckles que vendría a ser una continuación directa de Sonic 3 y que junto a él formarían el título más completo de la saga.
Llegaron vacas flacas para él que quizá empezaron con Sonic 3D. Una vista isométrica fue la responsable, y es que con todos alucinando con las 3D Yuji Naka no hizo ni una cosa ni la otra. Saturn tampoco se lo permitión, con la cancelación de Sonic X-treme y dejando al erizo sólo con Sonic R, un juego de carreras. Era bueno, muy bueno. Pero era corto. Muy, muy corto.
Sin embargo, Yuji Naka dio la vuelta a la tortilla y junto con el Sonic Team hicieron dos enormes aventuras para Dreamcast. Sonic Adventure y Sonic Adventure 2 llevaron al erizo a otro nivel, a uno de unas 3D que tras ambos no volvió a dominar. Sonic Heroes estuvo lleno de buenas intenciones, pero luego, en 2006, se lanzó Sonic the Hedgehog, proyecto que Naka abandonaría a la mitad y que supondría el comienzo del fin del personaje que muchos idolatramos en los 90.
Dos juegos de culto
Eso sí, pensar que todo lo que ha hecho este señor se resume en Sonic y en lo que hizo antes de Sonic es un error brutal. Bajo su batuta se crearon dos juegos que han pasado a formar parte de esa corta lista de títulos de culto. Los dos serían para Sega Saturn, y mientras que uno gozaría de reconocimiento el otro pasaría casi desapercibido debido a la prematura 'muerte' de la consola.
Estamos hablando, en primer lugar, de Nights Into Dreams. Sólo se me ocurre la palabra 'maravilla' para describirlo. Una auténtica gozada visual, jugable y sonora con un personaje que pasó al olimpo de los más 'segueros'. Es incalificable, pues no es un plataformas ni un juego de acción al uso. Es más un título para disfrutar, para jugar y para pasarlo en grande por sus bellos y oníricos parajes.
El segundo en cuestión es Burning Rangers. Algo tan raro como bomberos futuristas que debían apagar fuegos y rescatar a las víctimas de las llamas lo convirtió en un juego, en un juegazo, el señor Yuji Naka. Brutal, sublime y espectacular. Un auténtico deleite para el jugador de Saturn que tuvo opción de disfrutarlo, y uno de esos títulos que alcanzan cifras de vértigo en las subastas y tiendas retro.
Próxima parada: Rodea the Sky Soldier
A toda esta exitosa trayectoria hay que sumar también otros títulos igual de emblemáticos como son Chu Chu Rocket, Samba de Amigo y Billy Hatcher and the Giant Egg. Una pena fueron los problemas internos que le llevaron a dejar la saga de Sonic y a la propia Sega. Desde su adiós ninguno ha vuelto a ser el mismo, aunque a buen seguro ese Rodea the Sky Soldier es un señor juego para Wii U. Tras él hay uno de esos genios que tienen un don para crear juegazos.
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