Así es el servicio más polémico: pagar a mujeres para que jueguen contigo

Fiverr es una de las aplicaciones del momento. En ella podemos encontrar personas u ofrecernos nosotros mismos, para ofrecer microservicios; todos ellos pagados por supuesto. Estos servicios van desde la programación, el marketing o el diseño gráfico. Los jugadores no han tardado en echarle el guante a la app, ofreciendo así sus habilidades en juegos de alta demanda para que otros usuarios no se sientan tan solos.

Este ha sido el caso de Overwatch, uno de los títulos que a día de hoy ya ha logrado superar la barrera de los 30 millones de jugadores, ahí es nada. No obstante, y a pesar de que el juego de Blizzard prodigue como principal leitmotiv el trabajo en equipo y por ende en grupo, muchos jugadores no han encontrado con quién disfrutar del shooter multijugador.

Es aquí donde entra en acción Fiverr. Numerosas jugadores han presentado sus habilidades a través de la plataforma. Por un módico precio que va desde los 5$, podremos jugar a Overwatch acompañados. Tal y como rezan algunos de los anuncios en la plataforma, las jugadores pueden ofrecerse a cualquier tipo de rol en el juego, ya sea en la faceta de healer, tanque u otros menos demandados una vez formado el grupo.

La revista Kotaku ha tenido la ocasión de no sólo jugar con una de estas usuarias de Fiverr que ofrece sus servicios a otros jugadores de Overwatch, sino también realizarle una entrevista. En ella, la usuaria Biu explica algunas de las características de la aplicación. “Dispongo de bastante tiempo libre para jugar, por lo que “¿por qué no jugar y que me paguen por ello?”; relata.

El papel de Biu, al igual que el de otras muchas chicas, no es otro que jugar por y para el usuario que ha adquirido sus servicios. Como ya estaréis imaginando, en un título de carácter competitivo como Overwatch y en el que prima el trabajo en equipo una situación en la que sólo dos jugadores se dedican a sus labores puede desencadenar más de una trifulca con otros miembros.

Aunque las jugadoras ofrecen su habilidad a cambio de una cantidad de dinero establecida por la propia aplicación ellas mismas, muchas no se han librado de comentarios de todo tipo. Este es el caso de otra de las usuarias y que responde al nick de Yolo. Durante su encuentro con el medio confesó que varios hombres la habían solicitado no sólo que jugará con ellos, sino también que dijera todo tipo de comentarios obscenos al micrófono.

Ya sea en Fiverr o en cualquier otro tipo de aplicación y red social, el uso de éstas debe de estar controlado en el caso de ser menores quienes hacen uso de teléfonos móviles u ordenadores. Si hablamos de adultos, por supuesto denunciar cualquier tipo de hecho que pueda poner en peligro la integridad de una persona.