Cómo conectar el mando de PS4 a un móvil Android para jugar

Aunque los dispositivos móviles y los videojuegos para estos llevan muchos años entre nosotros, durante los últimos ha habido una explosión de título de todos los géneros en los mismos. Y es que hay que pensar que este mercado es muy jugoso, ya que no todo el mundo posee una PlayStation 4, una Xbox One o una Nintendo Switch, pero casi todo el mundo posee un smartphone. El móviles se han convertido en uno de los dispositivos de juegos más baratos y portátiles que se pueden comprar.

Si bien es un dispositivo que se usa para partidas cortas y no es una plataforma pensada para jugar, son muchas las personas que juegan con ellos todos los días. Sí, aunque son prácticos, es muy difícil controlar un juego con pulsaciones en la pantalla. Títulos cómo Fortnite o PUBG son realmente difíciles de controlar con el móvil. Sin embargo, podemos conectar un mando al móvil para jugar con él y, sí tenemos una PlayStation 4, nuestro DualShock 4 es perfecto para esto.

Lo primero que tienes que saber es que existen dos formas de conectar el móvil a un mando de PlayStation 4. Sin embargo, no todos los móviles son compatibles. La única forma de saber si el tuyo lo es, es probando.

La primera opción, y la más práctica, es conectar el mando a través de Bluetooth. Como sabéis, el mando se comunica con la consola a través de esta tecnología, por lo que podemos aprovecharla para unir nuestro móvil al DualShock 4. Lo único que has de hacer es seguir estos pasos:

• Pulsar tres segundos el botón de PS + Share.
• Cuando la luz parpadee en color blanco, enciende el Bluetooth del móvil y conéctalo.
• Tras unos segundos, el mando de PlayStation 4 estará conectado al móvil.

Si el método anterior falla, solo podremos hacerlo a través del cable de carga de PlayStation 4. El único problema es que el móvil no suele tener un puerto USB, por lo que tendremos que comprar un cable OTG. Este transformará el puerto USB en un conector como los cargadores del móvil. Lo único que tenéis que hacer después es conectarlo al puerto de carga del móvil. Esta opción suele funcionar a la perfección, ya que no hay riesgo de que la conexión con el dispositivo falle.