Crea un curioso invento para agilizar sus partidas en el nuevo videojuego de Star Wars

Star Wars: Battlefront 2 está dando mucho que hablar. Desde su estreno en consolas el pasado 17 de noviembre, el nuevo shooter basado en la popular franquicia ha copado las redes sociales y foros; e incluso llegado a políticos de Hawaii o Bruselas.

¿El motivo? El sistema de progresión basado en las cajas. A medida que progresemos en el juego recibiremos monedas que podemos canjear por cajas. Estas cajas nos brindarán, de forma aleatoria, todo tipo de personajes, complementos, skins o armas para nuestro perfil. Por supuesto, nadie nos asegura qué puede caernos en dichas cajas. Para agilizar el proceso, bastante lento por cierto, siempre podíamos recurrir a la compra con dinero real de las mencionadas cajas.

En definitiva, quejas por parte de la comunidad jugona en base al sistema de Star Wars: Battlefront 2 que se aleja de los estándares habituales; y críticas duras por parte de algunos países debido a que la implementación de las cajas convertía al título en una suerte de juego de azar.

Nada mejor que un robot para conseguir cajas

Lowberg, fan declarado de Star Wars no ha dudado ni un instante en hacerse con su correspondiente copia de Battlefront 2. Eso sí, como al resto de jugadores, se ha encontrado con la desagradable sorpresa de micropagos y cajas de looteo que han ensombrecido la experiencia de juego.

No obstante, este jugador ha tirado de imaginación y se las ha ingeniado para crear su propio robot que juegue por él a Star Wars: Battlefront 2. Tal y como estáis leyendo. A través de un hilo en Reddit, el usuario ha compartido con el resto del mundo el proyecto, haciéndose viral en pocas horas.

Tal y como podéis ver en el vídeo, la idea de este robot no es otra que realizar varios movimientos de sticks o apretar botones con el fin de no ser expulsado por inactividad en la partida. Tal y como relata Lowberg, gracias a este método ha conseguido completar decenas de partidas (en último lugar eso sí) pero conseguir las suficientes monedas para cambiar por cajas.

No cabe duda de que la idea de Lowberg es original e ingeniosa, pudiendo evitar perder horas de su valioso tiempo para luego encontrarse con la desagradable sorpresa de obsequios que podrían haber estado mucho mejor.