Se divorcia de su calculadora para ¡casarse con el Tetris!

Sobre el amor se han realizado películas, escrito libros, inspirado a personas… Y es que el que dicen es el motor que mueve el mundo nos ha vuelto a sorprender. Puede que el nombre de Noorul Mahjabeen Hassan no os diga nada, pero creednos cuando os decimos que no lo olvidaréis tan fácilmente.

¿Qué tiene que ver Noorul con el amor? Seremos directos: su pasión declarada por Tetris, y su ex-relación con una calculadora. Sí, habéis leído bien, esta estudiante de matemáticas de Florida tiene un curioso fetichismo que la ha convertido en un caso más dentro de su categoría.

Tal y como indica la propia joven de 20 años, la objetofilia es algo más romántico que lo que pueda entenderse como una relación normal. “Existen sentimientos reales y nos sentimos conectados emocionalmente con los objetos”; destaca Noorul. Y es que aunque el caso de su futura boda con Tetris haya saltado a las primeras planas, su vida amorosa con objetos tiene un largo recorrido a la espalda.

Antes de que Tetris entrara en su vida, Noorul estaba en una relación con una calculadora. Ésta, y a quien llegó a nombrar como Pierre, otorgó a la joven las mismas sensaciones que el resto de personas con sus respectivas parejas. “Me gustaba tocar sus botones con los dedos y con la lengua, además de poner números al azar y multiplicarlos”; destaca la joven.

Boda a la vista: Tetris entró en la vida de Noorul

¿Cuál fue el motivo de que Noorul abandonara su pasión por las calculadoras y concretamente Pierre? Como todo producto electrónico, Pierre dejó de funcionar un día. Aunque la joven trató de sustituirlo por otro modelo, el amor parecía que se había acabado. Fue en ese momento cuando apareció en su vida Tetris.

Su relación con Tetris se prolonga desde 2016 y hasta la fecha Noorul no ha dudado en proclamar a los cuatro vientos su pasión por el juego, el cual por supuesto, ha comparado con las relaciones del resto de los mortales.

“Mi relación con Tetris trata sobre la perfección, me estimula la mente. Físicamente me aporta ese sentimiento que tienes cuando estás en una relación y sientes que es la persona apropiada”; explica Noorul. “Lo quiero mucho, demasiado, me siento satisfecha con él y sobretodo cuando se trata de eliminar líneas lo más rápido posible cuando juego”; añade.

Su amor declarado a Tetris acabará en boda, tal y como la propia joven ha confirmado. Un evento que, por supuesto, ya tiene planeado: “Quiero poder decir que estoy casada con Tetris, tener una ceremonia legítima y oficial a la que no falte nadie y convertirme así en la señora Tetris”; concluye.