Un estudio vuelve a relacionar la violencia con los videojuegos

Este es el debate que se tiene desde hace mucho tiempo, sobre todo en Estados Unidos cada vez que ocurre una masacre realizada por un menor. ¿Los videojuegos violentos hacen que los jugadores se vuelvan más agresivos? Un estudio realizado a nivel internacional ha analizado a unos 17.000 adolescentes de entre 9 y 19 años. El estudio se llevó a cabo desde 2010 a 2017 y encontró que los videojuegos violentos han llevado a un aumento de la agresión física con el tiempo.

Según el análisis, 24 estudios similares realizados en varios países como Estados Unidos, Alemania o Japón, reveló que los niños que juegan a títulos violentos como Grand Theft Auto, Call of Duty o Manhunt tienden a tener más probabilidades de mostrar comportamientos inadecuados, como pelearse. El estudio fue llevado a cabo por Jay Hull, autor principal, y publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

"En base a nuestros hallazgos, creemos que está claro que los juegos violentos están asociado con el aumento de la agresión física", dijo Hull. La violencia en los videojuegos ha sido un tema candente en los Estados Unidos desde hace años. El Actual presidente Donald Trump, en una cumbre que convocó un mes después del tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en donde murieron 17 personas, comentó que "está escuchando a más y más personas decir que el nivel de violencia en los videojuegos está dando forma a los pensamientos de los jóvenes".

¿Pero jugar a un juego violento es muy diferente a ver una película violenta? Recordemos que, al igual que las películas, los videojuegos se rigen por un estricto sistema de clasificación de edades. Además, hay que recordar que muy pocos padres lo utilizan; como reveló este estudio que asegura que el 50% de padres no controlan a qué juegan sus hijos pequeños.

Uno de los temas que provocó el aumento de las investigaciones que relacionan los videojuegos con la violencia, ocurrió cuando se supo que los dos adolescentes que cometieron el tiroteo en Columbine High School, jugaban a Doom. Sin embargo, una decisión de la Corte Suprema de 2011 descartó un vínculo entre los juegos y la masacre. El juez Antonin Scalia comento: "Estos estudios han sido rechazados por todos los tribunales, y con buena razón: no prueban que los videojuegos violentos hagan que los menores actúen agresivamente".