El presidente de Activision confiaba en Wii desde el principio

Si nos trasladamos a noviembre de 2006, a falta de un mes para el lanzamiento de Wii, lo cierto es que pocos medios de prensa daban alguna opoción a Nintendo para que llegase a competir en ventas con las otras plataformas de sobremesa.

Wii aportaba un concepto demasiado nuevo para algunos, pero que igualmente convenció a muchos otros. Pocos se esperaban el éxito de Wii, pero al final la consola de sobremesa de Nintendo consiguió sumar más de 100 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Pero hubo una persona que sí confió en el éxito de esta consola. Dicha persona era Bobby Kotick, presidente de Activision, quien fue invitado a las oficinas de Nintendo a probar el nuevo producto de la compañía nipona.

Sin tener muy claro lo que iba a presenciar, el señor Kotick accedió a una sala privada en la que estaban Shigeru Miyamoto, Satoru Iwata y él mismo. En dicha sala había un televisor en el que se mostraba un estanque y dos "varitas". Los directivos de Nintendo le dieron una y le dijeron "A pescar!". Entonces Kotick empezó a hacer el gesto de que iba a pescar, notando que estaba interactuando con los peces del estanque.

Según narra el presidente de Activision, en aquel mismo momento se dio cuenta que estaba ante algo que podía transformar los videojuegos, ya que era una experiencia física novedosa, simple y directa. Sin duda, acababa de ver algo que iba a revolucionar el sector de los videojuegos.