Tazos, cartas, juegos… ¿Recuerdas cómo era el fenómeno Pokémon en los 90?

Pokémon lleva con nosotros más de 20 años, exactamente 22 dentro de unos días, y tras todo este tiempo no hay duda de que se trata de una de las franquicias de videojuegos más queridas y vendidas en todo el mundo. Sin embargo, la mejor parte de este fenómeno de masas fue cuando se estrenaron los primeros videojuegos a finales de los años 90.

En Japón en el año 1996 salían a la venta las primeras versiones de Pokémon: la edición Verde (la cual nunca llegaría a Europa) y la edición Roja. En aquel momento el mercado japonés estaba más fuerte que nunca, pero a Pokémon le costó mucho empezar; los primeros juegos tardaron un año en colocarse en el top 1 de ventas semanales en Japón, y pese a ello, las primeras ediciones de Pokémon se convirtieron en el videojuego más vendido de la historia del país nipón, con 10 millones de unidades vendidas en total.

A España este fenómeno tardaría en llegar, y de hecho, si ha sido posible lanzar Pokémon en nuestro país fue gracias a Satoru Iwata, el fallecido presidente de Nintendo. Por aquel entonces, Iwata trabajaba de programador, siendo una persona excepcional en esta faceta. Él mismo se encargó de trazar el plan para reducir el tamaño del juego y así hacer posible que se introdujesen nuevos idiomas.

Sería en noviembre de 1999 cuando Pokémon llegaría a nuestro país tras tres años de retraso respecto a la versión japonesa. Pero esto no importaría en absoluto, Pokémon se convertía en un éxito inmediato también en España. Parte de este éxito se debe a la serie de animación, estrenada junto al lanzamiento de los videojuegos.

Sin embargo, lo que más destacó del fenómeno Pokémon fue su impacto en la sociedad. Las calles volvían a llenarse de niños, pero en esta ocasión jugando con su Game Boy a Pokémon. El fenómeno duró muchos meses e incluso se extendió con el lanzamiento de las siguientes entregas: Pokémon Edición Amarilla y Pokémon Edición Oro y Plata.

La necesidad de intercambiar Pokémon para hacerse con todos era uno de los principales atractivos para quedar con amigos y jugar a estos videojuegos, pero también las localizaciones de los diferentes Pokémon y los secretos incitaban a los propios jugadores a compartir información.

Y obviamente, el fenómeno solo podía ir a más. Pronto aparecería todo tipo de merchandising basado en la franquicia Pokémon. En las bolsas de fritos se incluían los llamados tazos Pokémon, pequeños trozos de plástico con la forma de un círculo, cada uno con el diseño de un Pokémon impreso. Estos se hicieron muy famosos y también formaban parte del entretenimiento de los más jóvenes.

Otros objetos de merchandising muy populares eran las cartas Pokémon, las cuales se compraban más por coleccionismo que por el propio juego en sí. Además, en los 90 también se vendían un gran número de peluches, camisetas, pegatinas y pokéball con pequeños Pokémon dentro.

Ahora todo este fenómeno queda algo lejano en el tiempo, pero el nostálgico recuerdo queda para siempre grabado en nuestra mente.