BALANCE CONSOLERO
2014: año de remasterizaciones, de retrasos, de 'downgrade' y de parches
Y 2014 pone punto y final a sus doce meses. Doce meses que han estado cargados de buenos y grandes nombres en el panorama videoconsolero pero que ha sido atípico. Atípico por lo lenta de la transición a PS4 y Xbox One y por la cantidad de bugs y de parches que han sufrido algunos títulos que estaban llamados a ser grandes. Pero atípico también porque, a la par de esas decepciones hemos disfrutado de muchos grandes juegos.

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Qué felices nos las prometíamos todos con la llegada de PlayStation 4 y de Xbox One. Qué bien se veían todos sus juegos y cómo pintaba de estupenda esa 'next gen' que entraba a finales de 2013. Y qué decir de Internet y del juego online, qué decir de lo que había supuesto que desde casa se pudiese retar a todo el mundo y que las compañías pudiesen actualizar todos sus juegos con una simple descarga. Pero claro, como todo, al final lo que tan bonito parecía ha resultado ser un arma de doble filo.
Al menos en este 2014. Un 2014 en el que el balance es, cuanto menos, irregular. Ha habido grandes momentos consoleros, otros que no tanto y algunos que han sido y son absolutamente incomprensibles para el usuario. Cosas que, en plena generación de PS4 y Xbox One, resultan complicadas de entender, y que han hecho que la confianza del 'gamer' en las consolas haya disminuido a medida que aumentaba el apoyo al PC y a sus juegos.
A medida que se han ido lanzando títulos durante el presente año que o bien no han cumplido las expectativas o bien las cumplieron... en 2013. Porque el 2014 ha sido un año atípico, un año en el que ha habido grandes nombres, a priori, pero que ha dejado descontentos a muchos. Metacritic, de hecho, pone a este año como el peor en cuanto a videojuegos desde 2006.
'Downgrade' de primero
Y eso que ha habido, sobre todo a partir de septiembre, bastante movimiento en el mercado. El problema es que en ocasiones ese movimiento no ha sido para bien. Porque 2014 ha sido el ejemplo de que cuando una situación se permite, cuando un problema se queda y no se arregla, se va haciendo más y más grande. Tan grande se han hecho que este año han tocado fondo. Porque, posiblemente, el 2014 pase a la historia como el de los parches, el de las remasterizaciones, el de los juegos inacabados y el de los retrasos.
Demasiado para doce meses quizá. Demasiadas 'pequeñas cosas' que juntas hacen una mucho mayor. Y es que, ahora, el más que evidente 'downgrade' gráfico que sufrió Watch Dogs con respecto a la demo de 2012, con la que a muchos le vendieron el juego, parece poca cosa. Se vio en ese momento la gran importancia que tiene el aspecto visual sobre todos los demás, pero sobre todo se vio cómo se quiso vender, y se vendió de hecho, un producto con una demo que en poco o nada se parecía al juego final.
Remasterizaciones para compensar la no retrocompatibilidad
Ese fue el primer punto de desconfianza del usuario. Eso sí, no fue el único que tuvo lugar por esos meses. El otro fue algo que jamás ha sido tan evidente. Sí, los remakes siempre están a la orden del día, pero ahora tenemos las remasterizaciones 'next gen' de juegos que ya están en HD. Juegos que han salido hace un año y que, con la 'excusa' de que son para los que no los han jugado, los relanzan con pequeñas mejoras gráficas a precio de novedad. Todo para no poner retrocompatibilidad...
Ahora bien, algunos quizá estén justificados, como el caso de The Last of Us y de GTA V. Incluso el de Tomb Raider. Pero, ¿por qué el de Sleeping Dogs? ¿Por qué no se ha quedado todo como una forma de ampliar catálogo y no como, en ocasiones, únicas opciones de dichos catálogos? Lo peor es que la cosa sigue, y ya tenemos en marcha tres remasterizaciones bastante cuestionables, como son las de DoA 5, DmC y Devil May Cry 4. Y además, la versión PS4 de Final Fantasy X HD Remastered.
Y mientras, las novedades han brillado por su escasez en cuanto a 'next gen' se refiere. La generación PS3 y Xbox 360 ha sido larga, muy larga, y la transición también parece que lo es, o que lo será. Como tales, juegos propios de PS4 y Xbox One ha habido pocos. Y exclusivos aún menos, sobre todo en la consola de Sony. inFAMOUS Second Son, Sunset Overdrive, Driveclub, Assassin's Creed Unity... y con estos dos últimos una nueva polémica.
A parchear se ha dicho
La polémica de los juegos sin terminar y de los parches de tamaño considerable que te dejan en nada los 500 gigas de disco duro de la consola. En primer lugar, el juego de coches con el que PS4 pretendía tener su superexclusivo de cara a navidades les salió rana. Llegó un año tarde de lo previsto, pero a pesar de eso lo hizo sin sistema climático cambiante, sin lluvia, sin nieve... y con un online con infinidad de problemas.
Pero con Unity llegó ya el cénit. El juego de Ubisoft, que iba camino de ser el más ambicioso de toda la saga y uno de los grandes de 2014, se quedó a medio camino por múttiples fallos, alguno aún pendiente de solucionar. Bugs como caídas al infinito o rostros sin texturas, caídas de frames varias, otro tipo de errores menos graves que son hasta divertidos... todo eso ha provocado que haya ya cuatro parches, uno que solucionaba un total de 300 fallos. Casi na'.
Y es que ahora todo se puede arreglar con parches. Si algo falla, parche. Si algo no está bien, parche. Los betatesters son parches. Los parches se usan para todo, y cuando no es un parche es un DLC de pago. Así son las descargas, y mientras, los juegos deportivos anuales, que son quienes deberían usar más este sistema, siguen sacando año a año una entrega casi similar a la anterior con diferente número, cambiando cuatro cosas pero por 70 euros.
Para terminar los problemas, tenemos el de los retrasos. Ahora bien, viendo lo que ha pasado con Unity a mí personalmente no me parecen tan mal. La cuestión es sacar un juego terminado, lanzar al mercado un producto redondo que no dé la sensación de que le quedan tres semanas de desarrollo. Si para eso hay que retrasarlo, se retrasa. Evolve, Batman Arkham Knight, The Order 1886, The Witcher 3... El problema viene cuando das una fecha de salida con diez meses de antelación. Es imposible ser tan previsor en el desarrollo de un juego.
Nintendo, autosuficiente
Por suerte, no todo ha sido negativo, ni mucho menos. Este 2014 ha sido el año en que Nintendo, como desarrolladora, se ha vuelto a encumbrar en lo más alto con dos juegazos de la talla de Mario Kart 8 y Super Smash Bros. tanto en Wii U como en 3DS. Los de Kyoto han tenido grandes lanzamientos este año, pero las ventas de Wii U siguen estando por debajo de lo esperado. Con todo, sus usuarios están más que satisfechos con esos dos títulos, más Hyrule Warriors, Bayonetta 2 y Captain Toad.
Además, hemos asistido al inicio de una franquicia que puede dar mucho que hablar. Se trata de Sombras de Mordor, que ha resultado ser el gran 'sleeper' de este 2014, junto con otros como Alien Isolation y Child of Light. Los indies también han sido una alegría, primero gracias a Transistor y luego con un Shovel Knight que nos ha llevado de nuevo a comienzos de los 90.
Cerrando 2014
Ponemos fin a un 2014 atípico, en el que hemos vivido grandes momentos con Dragon Age: Inquisition, Far Cry 4 y Sombras de Mordor, hemos visto los problemas de las franquicias anuales como Assassin's Creed y FIFA, y hemos presenciado la caída de un ídolo del pasado como Sonic. Ahora toca afrontar un nuevo año, uno que seguramente sea mucho mejor que este. PS4 y Xbox One deben dar un paso al frente y para eso, por doloroso que suene, PS3 y Xbox 360 deben pensar ya en la jubilación.
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