LO PEOR DEL AÑO
Los videojuegos que han decepcionado en 2014
No todo va a ser de color de rosa en los videojuegos. Cada año, y junto a esos juegazos que se llevan notas enormes, tenemos a 'los otros'. A esos que se hacen un hueco entre las páginas de los medios y en las conversaciones de los usuarios por lo malos y horribles que son. Ahora que termina 2014 es hora de echar un vistazo a esos que nos han defraudado, bien porque son malos de por sí o porque esperábamos más de ellos.

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Este 2014 ha sido, según las notas medias de Metacritic, el peor año desde 2006 en materia de videojuegos. Aún así, hemos tenido algunos grandes títulos como es el caso de Bayonetta 2, Super Smash Bros., Dragon Age: Inquisition, Far Cry 4... y bastantes remasterizaciones de gran calidad. Ahora bien, también ha habido horrendos videojuegos que hacen preguntarnos a muchos qué pretendían sus creadores con ellos.
Bien por la ínfima calidad que tenían, por los bugs o por destrozar mitos, lo cierto es que este año ha sido bastante 'jugoso' en cuanto a la cochambre. Juegos de esos que se convierten en auténticos clásicos por lo malos que son, y que se unen a esa lista de los peores de la historia, que lideran dos ilustres como E.T. y Superman 64.
Sonic Boom: El ascenso de Lyric
Si hace 20 años nos dicen que un juego de Sonic, o dos si contamos la inquietante versión de 3DS, se iba a colar entre los peores títulos de un año, muy pocos lo habríamos creído. Pero sí, y aunque parezca imposible, este juego es incluso peor que el Sonic the Hedgehog del año 2006. El Ascenso de Lyric es, posiblemente, la demostración clara de que el erizo ya no puede ir a peor.
Es un ejemplo de videojuego malo y polémico desde el mismo momento de su anuncio. A pesar del más que cuestionable rediseño de los personajes, las piernas de Sonic y la hipertrofia de Knuckles será lo menos preocupante de una aventura que hace aguas por todos los lados. Visualmente horrible, repetitivo, simple, soso... y sí, lleno de bugs. Posiblemente, por quién es el personaje, Sonic: El ascenso de Lyric sea el mayor fracaso de todo 2014. Un desastre.
Rambo: the Videogame
Eso sí, el peor juego de este año lleva por nombre Rambo. El personaje que en el cine interpreta Sylvester Stallone ha conseguido incluso que nos olvidemos de joyas como Superman 64 gracias a un título de esos que marcan época. Es tan malo que hasta divierte durante pocos minutos, los minutos que te tiras riéndote de él y de todos esos detallitos que le hacen merecedor de entrar en la lista de los peores juegos de la historia.
Y qué es Rambo... pues... es complicado. Como instrumento de tortura y regalo a alguien que te cae francamente mal es perfecto, como videojuego realmente no. Estamos ante un intento de shooter en primera persona sobre raíles que tiene unos problemas jugables tan grandes que harán que las poco más de tres horas que dura se te hagan eternas. Ah sí, también hay bugs.
Yaiba Ninja Gaiden Z
Posiblemente no sea un juego de la rama principal de Ninja Gaiden, pero todo aquello que lleve por nombre a esta mítica saga no se puede permitir el más mínimo fallo. Tras la tercera entrega, y con Keiji Inafune abanderando este proyecto, la franquicia toca más fondo si cabe. Eso sí, el apartado visual es muy llamativo.
El problema viene que el jugable no lo es. La acció es abundante, pero la repetitividad también, y al final tenemos un producto que no sólo se queda lejísimos de los grandes del género (Bayonetta 2), sino que no le llega ni a la suela a los Ninja Gaiden que han aparecido en los últimos años. Incluso el tercero tiene mas 'chicha' que este.
Watch Dogs
Es la hora de que llegue la polémica al texto. Ubisoft se ha ganado por méritos propios un par de entradas en las decepciones de 2014, más que en lo peor o en los fracasos del año. La primera decepción es Watch Dogs, y no porque el juego aburra o sea malo, sino por el más que evidente bajón gráfico que ha dado el título con respecto a lo visto en la demo del E3 en 2012.
Preocupados por vendernos una cara bonita, dejaron en el olvido el hecho de que el usuario no olvida y que sabe perfectamente cuándo algo no se ve como se veía el día en que se hizo la presentación. Con todo, y dejando de lado el apartado visual, Watch Dogs es un buen debut de una franquicia que aspira a tener más entregas. Eso de hackear Chicago con un solo botón resulta atrayente.
New Yoshi's Island
Lo cierto es que Nintendo ha dejado grandes juegos este 2014, sobre todo para Wii U. Esta vez Nintendo 3DS se ha quedado en la sombra, y a pesar del gran juego que es Super Smash Bros. y del buen trabajo con los remakes de Rubí y Zafiro, la portátil tiene una mancha en el currículum. Se trata de New Yoshi's Island, un título que no pasa del suficiente raspado, que no tiene la magia de otros videojuegos de la compañía... y que está a años luz de aquel clásico de SNES.
Este plataformas 2D carece de la inventiva de Nintendo, de esa genialidad que sí tienen otros juegos suyos y, a pesar del tiempo que ha pasado sin tener a Baby Mario y a Yoshi de protagonistas, ni revoluciona ni añade nada excesivamente novedoso a la propuesta. Continuista a más no poder, todos esperábamos más tanto de Nintendo como de la franquicia. Un juego que tenga por nombre Yoshi's Island no puede conformarse con ser uno más.
Assassin's Creed Unity
Y aquí está la segunda de las referencias a Ubisoft del texto. Assassin's Creed Unity no es un mal juego, pero es un juego que salió o da la sensación de haber salido al menos un mes antes de cuando debería haberse lanzado. Parece incompleto, falto de trabajo y con una evidente ausencia de optimización por parte de la compañía. Las prisas, y el hecho de que sea una saga anual, han lastrado una gran idea, un gran proyecto y el debut de la franquicia estrella de los franceses en PS4 y Xbox One.
Al ralentí, con evidentes bajones en la tasa de imágenes que cualquiera puede notar, nos encontramos con la exhibición del bug, de los bugs. De los infinitos fallos que una compañía con el presupuesto de Ubisoft no se puede permitir. Caídas al infinito, momentos de escalada inquietantes y los más llamativos: los rostros sin texturas. Tan excesivo es Unity en los bugs que Ubisoft lleva ya cuatro parches en menos de un mes y medio... y uno solucionaba más de 300 errores. Trecientos.
Metal Gear Solid V: Groud Zeroes
Ni Hideo Kojima puede compensar pagar 30 euros por una demo de dos horas de duración. Groud Zeroes, el preludio de The Phantom Pain, no aporta absolutamente nada ni en historia ni en jugabilidad para la saga, y es un producto totalmente intrascendente que debería haberse incluido de serie con el juego completo, o bien haberse dado gratis como cualquier otra demostración.
No fue así, y por 5.000 pesetas de las de antes, Konami vendió un producto de dos horas, o menos, de duración en su 'historia' principal y cuyos extras posteriores no aportaban tampoco nada. Un error quizá para un título que pensó más en lo comercial que en otra cosa.
Driveclub
Y cerramos con un juego que debía ser el gran exclusivo de PS4 de cara a las navidades y que, a pesar de que por fin parece que ha alcanzado las cotas de calidad deseadas, llegó sin acabar a pesar del retraso de casi un año. Ni lluvia, ni nieve, ni meteorología cambiante... y lo peor, con un modo online frustrante que no funcionaba. Y eso que debía ser la piedr angular del proyecto.
Parece que por fin han arreglado todos los problemas que impedían que la fluidez fuera lo que predominase en sus modos online, pero eso no quita que cuando se lanzó al mercado estuviera con esos problemas. Sí, los parches parece que lo arreglan todo a medida que se 'cargan' el disco duro de la máquina con todos los gigas que ocupan, pero que puedas arreglar todo a base de actualizaciones no quiere decir que debas lanzar cosas sin acabar al mercado.
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