Examen al primer año de Xbox One y de PlayStation 4

Qué lejos parece el mes de febrero de 2013. Qué cantidad de días y cuánto ha llovido desde que Sony anunció PlayStation 4 sin dejar ver la consola eso sí. Poco tardó Microsoft en reaccionar y en hacer lo propio tres meses después, mostrando eso sí su nueva Xbox One. La next gen había comenzado a dar sus primeros pasos, unos pasos que han llevado a ambas a cumplir un año de vida ya en el mercado.

Había ganas de que llegara el día de su lanzamiento. Primero fue Xbox One, y el 29 de noviembre sería turno para PlayStation 4. Apenas una semana separó a ambas consolas, siete días había entre una y otra. Las reservas fueron en masa a por sus nuevas consolas, las tiendas abrieron de noche para satisfacer la demanda... Muchos años habían pasado ya desde la salida de Xbox 360 y la de Xbox One.

Ocho años, para ser más concretos. Ocho años que pasaron hasta que en el E3 2013 las nuevas apuestas de Sony y de Microsoft vivieron su primera batalla. Una batalla con más palabras que hechos, con más datos que juegos y con PS4 ganando gracias a que su conferencia llegó después de la de Xbox One. Escasas horas sí, pero suficientes para derrotar a su rival gracias a su menor precio y a su más permisiva política con respecto a la segunda mano.

PS4, líder en ventas
Eso hizo, y hace, que a día de hoy PlayStation 4 tenga un mayor parque de consolas que la máquina de los de Redmond. Un inicio espectacular como pocos se recuerdan permitió a la consola de Sony abrir una brecha bestial que se sigue manteniendo. Van ya por los once millones, mientras que Xbox One está entre siete y ocho con tendencia positiva.

Porque en los primeros meses de vida no hubo color. PS4 entró al mercado como un vendaval y no sólo en Europa no encontró rival, sino que en Estados Unidos se impuso mes a mes a Xbox One. Sony estaba ganando a Microsoft en su territorio, y lo hizo por todo lo que se desencadenó tras el E3 2013. Se ganaron el favor del público con ese cambio en su conferencia en Los Ángeles, mientras en Redmond buscaban recuperar el camino.

Lo han hecho, pero puede que haya sido algo tarde. El 'matrimonio' de Xbox One y Kinect se rompió, y eso hizo que el precio de la máquina se equiparase por fin al de PS4. Además, abrieron la mano con los juegos seminuevos, y mes a mes el catálogo de la consola americana fue llenándose. En Europa siguen a la zaga, pero en Estados Unidos han recuperado terreno. Japón eso sí es como si no existiera, pero son la única máquina de esta generación que se vende en China.

Más y mejores exclusivos en Xbox One
Ahora bien, de nada sirven estos números para el jugador. Para el que se sienta delante de la consola a jugar y va a las tiendas a comprar títulos para su máquina. Lo que realmente sirven son los juegos, y en este año lo cierto es que de momento hay más sombras que luces. Sobre todo hay bastante 'oscuridad' en cuanto a PlayStation 4... aunque visto lo visto en cuanto a ventas parece que no les hace falta demasiado.

Y es que en cuanto a número de exclusivos la batalla se decanta claramente en favor de Xbox One. Sin contar PC, es sólo en la consola de Redmond donde se puede jugar a títulos como Forza Motorsport 5, Killer Instinct, Ryse, Dead Rising 3, Titanfall y Forza Horizon 2 (estos también para Xbox 360), Sunset Overdrive y The Master Chief Collection. PS4 está, de momento, con Killzone Shadow Fall, Knack, inFAMOUS Second Son y First Light (un DLC), Driveclub y Little Big Planet 3, también en PS3. Sin contar la remasterización de The Last of Us claro.

Son menos, y lo cierto es que salvo Second Son el resto se ha quedado a medio camino de lo que querían y de lo que puede ofrecer una máquina del calibre de PS4. Además, y esto es para ambas, ha habido demasiados juegos transgeneracionales que han salido tanto para PS3 como para Xbox 360, demasiados que sobre todo al comienzo estaban pensados para las consolas de antes y que no sacaban partido a las nuevas. Y también ha habido muchas remasterizaciones que sólo han limado su aspecto gráfico sin ofrecer nada más.

'Downgrade', 30 fps y sin 1080p
Así que, tras un año, sigue habiendo muchas dudas acerca del catálogo de ambas consolas. Menos eso sí de las que podría haber, pues no son pocos los juegos que han sufrido un retraso importante y que se han ido a 2015. Por ejemplo, The Witcher 3 y Batman Arkham Knight, además de Evolve y The Order 1886. Todavía parece que queda para ver a PS4 y a Xbox One en su verdadero nivel.

Eso tampoco es ni mucho menos raro ni sorprendente. De sobra es sabido que cuantos más años pasan más partido se saca a todo lo que un hardware es capaz de ofrecer. Jugar a Oblivion y a Skyrim en Xbox 360 es darse cuenta de cómo es capaz de evolucionar el aspecto visual pasado un tiempo. Lo mismo se puede decir de PS3 al comparar el primer Uncharted con el tercero. Eso sí, es imperdonable el 'downgrade' sufrido por juegos como Watch Dogs, que empeoraba visualmente con el paso del tiempo.

Además, existe la asignatura pendiente de la estandarización de los 60 fps y los 1080p. A pesar de que parecía que eso llegaría con PS4 y con Xbox One, lo  cierto es que por un motivo o por otro todavía no han sido capaces en gran parte de conseguir este resultado. Es más, y para que se sepa que sí pueden hacerlo, en Wii U no son pocos los títulos que sí funcionan a 60 fps y a 1080p. Y si Wii U puede, PS4 y Xbox One también... el problema no es su hardware, sino el uso que algunos le dan. 

2015 es el año
El futuro, como no podía ser de otra forma, es prometedor. El 2015 tiene pinta de ser un año bestial en el que llegará por fin la confirmación del potencial de PS4 y de Xbox One, tanto a nivel estético como al de número de juegos. Muchos grandes nombres están ya a un paso, y poco a poco tanto PS3 como Xbox 360 irán quedándose atrás siendo víctimas del paso del tiempo. Bastante han aguantado, ahora es momento de que otras tomen el relevo.

Ha habido mucha paciencia este año con ellas, una paciencia que en buena parte ni se tuvo, ni se ha tenido ni se tiene con Wii U. Paciencia con los retrasos, paciencia con la tasa de imágenes y la resolución, paciencia con los bugs y parches, por la falta de exclusivos y por títulos transgeneracionales. Pero todo eso parece que puede quedar atrás, 2015 es el año, debe ser el año, de la denominada 'next gen'.