SE ACERCA LA DÉCIMA ENTREGA
Mortal Kombat: origen y evolución de la saga del Fatality
Si hay una saga de lucha que nos marcó a muchos en los noventa, ésa es Mortal Kombat. Alejado de Street Fighter II, aunque con la saga de Capcom en el punto de mira, John Tobias y Ed Boon lanzaron bajo el sello de Midway una de las franquicias más importantes de la actualidad. Ahora, y con la décima entrega a la vuelta de la esquina, repasamos los inicios de los Fatalities.

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Qué joven era cuando disfruté por primera vez de un Mortal Kombat. Sí, no es ni era para niños, pero no debía tener ni ocho años cuando fui a la tienda a por ese juego de lucha. A por un título que para Master System II le salió a mi madre por unas 7.000 pesetas, algo que parece escaso con lo que vale todo a día de hoy pero que por esos años, y más en la 8 bits de Sega, era una pasada. Sin embargo, si medimos el tema de calidad-precio, lo cierto es que ese primer Mortal Kombat me salió rentable.
Y es que fue mi debut en lo que a posteriori ha terminado siendo un auténtico clásico de la lucha en 2D con alguna aparición no demasiado recordada en las tres dimensiones. Mortal Kombat, que se creó como respuesta a Street Fighter II para competir cara a cara con el titulazo de Capcom, tiene esencia. Tiene personalidad propia. No es el simple clon que busca lo mismo de otra forma, sino que es tan diferente a Street Fighter que de competir ha pasado incluso a complementar al juego japonés.
Porque para qué hacerlo igual cuando tienes tus propias ideas, arriesgadas ideas, en mente. Sí, quizá ahora eso de la sangre y demás esté a la orden del día, pero estamos hablando de comienzos de los noventa. De unos años con predominio mascota y plataformas, y del color por encima del hiperrealismo. Aún así, y salvo la excepción de la versión SNES que cambió sangre por una especie de sudor, Midway se atrevió con todo y apostó fuerte por la obra de Ed Boon y John Tobias.
Un estilo propio
Así nació una saga que ha creado un lenguaje propio. Flawless victory para las victorias sin recibir golpes, Finish Him/Her para cuando tocaba dar el golpe de gracia... y claro está, el Fatality. La esencia de todo, lo que en la película tradujeron de forma literal para llamarlo 'fatalidad'. Todo sirvió para que una de las franquicias más importantes de la lucha diese sus primeros pasos. Y para que pocos podamos olvidar esa primera entrega de Mortal Kombat.
Porque todo tiene ese aroma retro que tan bien ha envejecido con el paso del tiempo. Visualmente evidentemente ya canta mucho todo, pero en jugabilidad no, y realmente muchos de los personajes siguen siendo los mismos. Inolvidables todos ellos, con Johnny Cage y su golpe en la entrepierna, Sonya Blade como única representante femenina del primer torneo, Kano y sus ciclópeos poderes, Liu Kang con su más que evidente parecido a Bruce Lee en su debut en la saga... y claro está, Scorpion y Sub Zero, iconos del mundo de MK.
Además también tenemos un par de jefes finales de los que crean escuela. En primer lugar, Goro. Sí, ese simpático personaje de cuatro brazos que te daba galletas por doquier y que te podía dejar K.O. con cinco golpes. Y luego Shang Tsung, que pasaría a ser controlable en la segunda parte pero con una notoria reducción de poder. Por ahí rondaba Reptile, en forma de personaje secreto, que también volvería en Mortal Kombat II.
La segunda entrega, o cómo rozar la perfección
Como pasó con Street Fighter, la primera entrega sería sólo el comienzo en lo referido al universo creado por John Tobias y Ed Boon. Y como pasó con Street Fighter, sería la segunda parte la mejor considerada y la más clásica de cuantos salieron por aquellos años. Todo lo que había en Mortal Kombat II mejoraba con creces al juego original y es, posiblemente, uno de los mejores títulos de lucha en 2D jamás creados.
No sólo ya por el avance visual, mostrando unos enormes personajes en pantalla definidos a la perfección, sino también por una jugabilidad a prueba de bombas. Puñetazo bajo, puñetazo alto, patada baja, patada alta. Combinaciones con los cuatro botones más la cruceta y unos pedazo de 'uppercut' que venían acompañados con el sonido de la voz en off característica de la saga. Pero para voces, los chillidos de todos los personajes que sufrían la ira de nuestros golpes.
Los escenarios tenían más vida, o muerte, que nunca, con ácido al que arrojar a nuestros adversarios en nuevos Fatalities. Además, los 'finishers' incorporaron dos movimientos de 'amistad', con los Babalities y los Friendship, en los que no había nada mortal. Kintaro vivió a la sombra de Goro como subjefe bestial, y Shao Kahn comenzaba a hacernos la vida imposible.
Por suerte, contábamos con una buena selección de personajes para elegir. Con la ausencia de Sonya Blade y de Kano respecto a la primera entrega, a los Liu Kang, Johnny Cage, Scorpion, Sub Zero y cía se sumaban Kung Lao, Reptile, Shang Tsung, Kitana, Mileena, Baraka... y secretos como Jade, Smoke y Noob Saibot. Comenzaba la estirpe ninja con varios personajes similares en aspecto, con diferente color y distintas habilidades.
Dos terceras partes
El caso es que ese fue el cénit de la franquicia en cuanto a juegos 'retro'. La tercera parte, muy buena por cierto, tuvo el 'problemilla' de que Scorpion no estaba, y de que Sub Zero ya no era Sub Zero. O al menos ya no era el mismo con ese uniforme y esa careta. Así que, en Ultimate Mortal Kombat III, se solventó todo esto, y junto a los nuevos Nightwolf, Cyrax, Sector y demás, figuraba Scorpion. Y también otros como Ermac y la versión ninja de Sub Zero. Y sí, brutalities, animalities... y Motaro. Ese centauro tan majo era el 'defensor' de Shao Kahn.
Mortal Kombat Trilogy cerraría la trilogía, aunque fueran cuatro títulos los lanzados hasta entonces. Era idéntico a Ultimate Mortal Kombat III salvo por el ligero detalle de contar con una inmensa plantilla de personajes. Todos, absolutamente todos, los que habían aparecido hasta ese momento estaban a disposición del jugador. Sería pues la entrega más completa de todas cuantas se lanzaron en 2D.
Las 3D, el peor de los Fatalities
A partir de ahí la franquicia entraría en una especie de bache que duraría bastante. Y es que Mortal Kombat, como muchos otros, se lanzó a la conquista de las 3D... y fracasó. A pesar de contar con buenos juegos, entre los que no está Mortal Kombat IV pero sí Deadly Alliance, lo cierto es que ni Deception ni Armaggedon mantuvieron a la saga al nivel de su segunda entrega. La solución fue volver al clásico scroll lateral... sí, la solución fue seguir el camino marcado por Street Fighter IV.
Y así hasta hoy, pues en 2011 se lanzaría el hasta ahora último Mortal Kombat con una brillante entrega en la que se introdujeron no pocas novedades. Combos, regreso de personajes clásicos y un muy buen sistema jugable volvieron a poner a esta franquicia en el podio de la lucha actual. Ahora llega la décima entrega, que llevará a PS4 y Xbox One los Fatalities y los combates más gore de las consolas. Es la hora de un nuevo torneo de Mortal Kombat...
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