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Se estrenó en el cargo con DS y Wii

Satoru Iwata: fallece el renovador de Nintendo

Nintendo comunicaba hace unas horas que el pasado 11 de julio había fallecido Satoru Iwata, el presidente mundial de la compañía. Recordamos la extensa vida de este directivo que llevó a lo más alto de la compañía con sólo 41 años.

 El presidente de Nintendo Satoru Iwata.

agencias El presidente de Nintendo Satoru Iwata.

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El interés de Satoru Iwata por el mundo de los videojuegos comenzó desde que éste era bien joven. En su época de escolar ya conseguía programar curiosas aplicaciones y pequeños juegos con una potente calculadora que compartía con sus compañeros de clase. Todo ello le llevó a ser uno de los brillantes alumnos del prestigioso Instituto Tecnológico de Tokyo y, posteriormente, a formar parte del grupo de aficionados a los videojuegos que se juntaba en la tienda especializada Ikebukuro Seibu, de la que, más tarde, surgió el primer grupo que formaría HAL Laboratory, la mítica empresa de desarrollo de la que formaría parte Iwata junto a otros valores del sector como Masahito Tanimmura, el director de la empresa actualmente.

Los primeros años de HAL Laboratory no fueron muy buenos. En la familia de Iwata no se tomaron muy bien que la joven promesa entrase en una empresa tan pequeña y en un negocio que no llegaban a entender. Pero la constancia del Iwata programador de aquellos primeros años, consiguieron dar un nuevo nivel a los estudios, lanzando juegos como Ballon Fight o NES Open Golf, que se convirtieron en superventas en poco tiempo.

Pocos después, Iwata estuvo muy presente en dos grandes clásicos de los videojuegos. Por un lado, estuvo en todo el proceso de desarrollo y programación de Earthbound, así como fue el creador conceptual del primer Kirby, en el juego Kirby’s Dreamland, que se lanzó para Game Boy en 1992 con tanto éxito que se encargaron nuevas entregas para la consola de sobremesa.

Pese al éxito de la compañía, en los 90, y a causa de su rápido crecimiento, HAL Laboratory pasó por graves problemas financieros. Lo que llevó a Nintendo a invertir en ayudar a los creadores de Kirby a reflotar, convirtiendo a la empresa en una second party que realizase juegos exclusivamente para sus consolas. Dicho movimiento acabó colocando a Satoru Iwata en el presidente de HAL Laboratory.
Ese primer paso en su carrera de directivo se completó en el año 2000, cuando Iwata pasa a formar parte de la Nintendo’s Corporate Planning División, una división de la compañía encargada de manejar las decisiones de Nintendo de forma global.

En ese puesto, Iwata estuvo encima de varios desarrollos de Nintendo, como Super Mario Sunshine, Metroid Prime, Star fox Adventures, Eternal Darkness: Vanity’s Requiem, Animal Crossing y The Legend of Zelda: Winwaker, por citar sólo algunos de los grandes clásicos que acogió la videoconsola.

Su carrera, sus éxitos y los logros conseguidos, tanto en HAL como en Nintendo, hizo que Hiroshi Yamauchi, el presidente mundial de Nintendo, tomase a su cargo a Satoru Iwata hasta que, en 2002, le nombró como su sucesor al mando de Nintendo.

Resumir los logros de Iwata como presidente mundial de Nintendo es muy complicado. Por un lado podemos ver lo que supuso para la compañía la apertura de géneros a públicos nuevos, con los conceptos que nos trajeron consolas como Nintendo DS y Wii. Ambas batieron todas los récords de la compañía, siendo también las primeras videoconsolas lanzadas en la era Iwata.

El secreto de su éxito fue una cuestión que ya le preocupaba enormemente en la época Gamecube. Satoru Iwata veía que el público se preocupaba mucho más por la originalidad de los juegos que por cuestiones gráficas. Otras de las preocupaciones de Iwata como directivo fueron siempre la de estar en contacto con la audiencia (ninguna empresa del sector puede ganar en creación de iconos dentro de sus desarrolladores y directivos) y en generar una plantilla competente, con incentivos por evaluaciones anuales (un método que propulsó en HAL y que hoy en día funciona en toda Nintendo).

También es destacable de la época Iwata la creación de formatos audiovisuales para satisfacción de la audiencia. A su servicio se crearon los formatos Iwata pregunta, en la que el mismo directivo hablaba con los responsables de sus juegos más relevantes, así como los Nintendo Direct, en los que él mismo salía presentando las novedades de la compañía.

Lo que parecía una receta de éxito se vio agotada drásticamente años después con la siguiente etapa de la compañía, con consolas como Nintendo 3DS, que tuvo un arranque mucho más lento y, sobre todo, con Wii U, la consola de la casa que nunca despegó y que menor número de clásicos futuros está reuniendo de todas las que se han lanzado en Nintendo.

La bajada de beneficios e, incluso, las pérdidas económicas generadas por Wii U pusieron a Satoru Iwata contra las cuerdas en más de una ocasión, poniendo en duda su continuidad como Presidente mundial de Nintendo en las juntas anuales de accionistas de los últimos años. Sin embargo, Iwata resistió en el puesto, realizando cambios que exigían sus accionistas, como la futura entrada de la compañía en el mercado de las aplicaciones para teléfonos móviles.

Respecto a la enfermedad que ha llevado a Iwata a fallecer el pasado 11 de julio, poco se ha comunicado. Se hizo oficial que el presidente de Nintendo tenía un cáncer biliar cuando se supo que no pudo acudir al E3 2014 por motivos de salud. Sin embargo siempre se dijo que el directivo había superado la enfermedad tras pasar por el quirófano. El mismo Satoru Iwata siempre comentaba al respecto que estaba mucho mejor. Sin embargo, su ausencia un año más en el pasado E3, el hecho de que los directivos apareciesen como marionetas en su conferencia y la pobre preparación de dicho evento, en el que no había títulos importantes, hacen pensar que había algo más en esos momentos, y que Iwata estaba pasando malos momentos en la época de la feria. De hecho, el simple hecho de que esta vez no se usase el argumento de la salud de Iwata para excusar su ausencia, hace ver que no querían poner el foco en la figura de su directivo, que estaba en las últimas semanas de su enfermedad.

Sin duda nos deja una de las más grande figuras de la historia de los videojuegos, un auténtico peso pesado de la industria que se ha caracterizado siempre por buscar como objetivo que nuestros momentos de ocio fuesen más divertidos. Porque, como decía él mismo: “Mi tarjeta dice que soy presidente, mi mente dice que soy programador, pero mi corazón dice que soy jugador”. Nada mejor para dirigir una multinacional que amar lo que vendes, ¿no?

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