El día en el que Final Fantasy se convirtió en Call of Duty

Final Fantasy VII es uno de los videojuegos mejor valorados de la historia. Su lanzamiento en la primera consola PlayStation supuso un antes y un después en el mundo de los videojuegos y a raíz de él aparecerían algunas versiones como la fracasada película Advent Children. Y otra de sus versiones es Final Fantasy VII: Dirge of Cerberus, un videojuego de PlayStation 2 del que casi nadie escuchó hablar.

Y es que además de no salir de Japón, Dirge of Cerberus es un juego atípico dentro de la franquicia Final Fantasy. En él no controlamos a Cloud ni ninguno de los personajes principales del episodio 7, sino a Vincent Valentine, quien debe hacer frente a un grupo de soldados especiales que trata de destruir el planeta. Pero lo más destacable de este juego es su jugabilidad, totalmente alejada de los combates de rol por turnos clásicos en la franquicia y adentrándose en un género tan desconocido para Final Fantasy como es el shooter.

Toda la acción de Dirge of Cerberus transcurre en forma de tiroteos, y pese a ello también se conserva el sistema de progresión de nuestro personaje. En definitiva, el título de Square Enix se convirtió en un videojuego extraño, aburrido y del que casi nadie escuchó hablar.