Gameplay
Nos echamos unos hoyos con Mario Golf: World Tour
Os mostramos cómo es Mario Golf: World Tour, el último descanso deportivo del fontanero más famosos del mundo.
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Desde que es Mario es Mario ha protagonizado innumerables videojuegos. Y no todos ellos han tratado el tema del clásico rescate de la princesa Peach de manos del malvado Bowser. Hemos sido médicos, hemos viajado en el tiempo, le hemos visto de bebé. Y, por supuesto, hemos conocido de su faceta como gran deportista. En este aspecto le hemos acompañado en sus numerosas apariciones en las que nos ha demostrado su gran afición al mundo de los deportes. Hemos practicado con él carreras de coches, partidos de béisbol, de tenis, de fútbol, de baloncesto… Ha estado en las olimpiadas de invierno, en las de verano y ha tenido hasta un recopilatorio de juegos en el que, además de algunos de los citados, sumaba el balón prisionero y el hockey.
Por lo que, pese a sus aspecto regordete, no olvidemos que el fontanero de Brooklyn es un tipo atlético, capaz de saltar sobre la cabeza de centenares de koopas sin sudar ni un poquito y que, por lo tanto, es un gimnasta de campeonato.
Lo último en su currículo deportivo es una vuelta al pasado. Mario ya practicó golf en Nintendo 64 en el año 1999, y lo vuelve a hacer, con nota, en Nintendo 3DS.
En nuevo juego que aquí nos llega presenta todos los elementos que debe tener un juego deportivo con el personaje de protagonista: mecánica simple, personajes divertidos, mucho elemento que desbloquear y una total interconexión para poder competir con tus amigos.
El juego, sin duda debido al deporte que representa, no es el más espectacular de todos los Marios deportivos. Le falta mucha de la potencia de algunos de los otros juegos de estas series, pero lo suple con las posibilidades de crear tus propios hoyos y tus propios campos, que siempre tiene un poco de gracia. También podrás compartir información con otros jugadores, lo que le da posibilidades para no terminar de acostumbrarte nunca a las posibilidades del juego.
Si ya te gustaban los juegos de golf, no lo dudes, no es un mal ejemplo. Un juego para el que siempre tendrás cinco minutos.
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