Tembo: the Badass Elephant

El juego con el que GameFreaks se sale del camino marcado por Pokémon es un completo decálogo de intenciones. Sí, desde luego que este juego tiene mucho de Nintendismo. Es un juego de plataformas en el que podemos descubrir, con rascar un poco, todas las referencias o elementos de inspiración sacados de la Gran N. Vemos a Yoshi’s Island, vemos a Donkeu Kong, a los Super Mario clásicos… Vale, también un poco (bastante a Sonic). Peor lo más importante de este juego es que, pese a coger todos esos elementos de dichos juegos, tienen un carácter bien diferente.

En lugar de coger un personaje simpático y sonriente (tal vez el menos parecido a esta descripción sea Donkey Kong) y unos decorados preciosistas y fantásticos, Tembo nos lleva a una zona de guerra, destrozada y destrozaste, en la que sólo hay soldados, caos y fuego, y nos ponen a tomar el rol de un elefante cabreado, adicto a la mantequilla de cacahuetes, especializado en resolver situaciones peliagudas.

Una vez que saltamos este cambio de argumento, que es muy notable pese al intento de ocultar la seriedad del juego bajo una ambientación macarra y cartoon, el juego se resuelve con mala leche. No es una experiencia para todos los públicos. No es un juego que todo el mundo pueda coger y disfrutar con diversión. Tembo es complicado, es de vieja escuela y se muestra retorcido y socarrón ante nuestros ojos. Su objetivo es el de hacernos pasar un buen rato, haciéndonos pasar un mal rato.

El juego, en ese sentido, es genial. Coge todos los clichés de nuestra infancia y los revuelve para hacer que maduren. Es el Donkey Kong Country original, el que jugamos en Super Nintendo, pero pasados unos años. ¿Qué harían esos personajes hoy en día, cuando han crecido y madurado y ya les preocupan cosas más importantes que haber perdido sus plátanos? Pues sí, señoras y señores: seguramente habrían ido a la guerra y estarían un poco más amargados.

Todo ese toque hace de este juego algo especial. Ante la saturación de juegos de plataformas indies, Tembo brilla con luz propia. Esperemos que consiga convertirse en otro personaje a recordar. Porque, de momento, su estreno promete.