Tempest, el videojuego que nació de pesadillas reales

En los años 80, Atari producía un nuevo videojuego que no tendría un desarrollo fácil. La idea inicial fue obra de Dave Theurer y se trataba de un juego que trataría de dar un enfoque de primera persona al clásico Space Invaders. Pese a que muchos trabajadores dieron ideas para esta creación, a su jefe no le gustó nada la idea, llegando a decir que el juego "apestaba".

El juego tenía que cambiarse de arriba a abajo y a Theurer se le ocurrió una idea; bueno, más bien se le ocurrió a su subconsciente. En una pesadilla, el creativo imaginó estar siendo atacado por unos monstruos que salían de un agujero en el suelo. Al contarla en las oficinas de Atari, la pesadilla de Theurer se convirtió en la base de lo que hoy conocemos como Tempest, uno de los videojuegos más innovadores de principios de los 80.

El videojuego utilizaba un buen número de figuras geométricas, convirtiéndose en uno de los primeros títulos con gráficos vectoriales en el sector de los videojuegos. Incluso en las propias oficinas de Atari, los diseñadores no dejaban de jugar a Tempest y esto también se extrapoló a los salones recreativos. Se convirtió en un éxito.