UNA BRUJA... ADORABLE
Análisis de Bayonetta para Wii U
Una vez analizado Bayonetta 2 toca ver qué tal es la conversión del primer juego para Wii U. La máquina de Nintendo recibe la mejor versión de Bayonetta al arreglar ralentizaciones y tearing y tiene en su catálogo el que en 2010 fue un auténtico título de culto. Batallas ágiles, frenéticas, cachondas... todo redondeado por la aparición de un personaje como Bayonetta, que va rumbo de ser todo un mito, si no lo es ya, en la industria del videojuego.
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Lo reconozco, no puedo dejar de pensar en Bayonetta. No puedo dejar de ver en mi mente todas las maravillas que el juego ha dejado en mi cabeza. Todas esas peleas, esas escenas, esos momentos inolvidables que el juego de Platinum Games me ha hecho vivir con el Gamepad en la mano. Todos esos detalles, ese 'amor' que Hideki Kamiya trasladó con éxito a un juego que no gozó del apoyo comercial pero que se quedó en la retina de los que lo jugaron. Y es normal, porque Bayonneta fue y es uno de los que muchos califican como título de culto.
Menos mal que lo han sacado para Wii U junto con la segunda parte en dos de los tres packs y que está en la eShop. Porque sí, yo fui uno de los que jugó, y sufrió, la conversión de PlayStation 3. La horrible conversión de PlayStation 3 mejor dicho, que hizo que ni tan siquiera pudiera terminar dos episodios por todos los visibles defectos que tenía. Pero menos mal que está para Wii U. Menos mal que ha sido por Nintendo a quien debo el placer de haber jugado a este hack 'n slash.
De haber jugado al mejor hack 'n slash de la generación pasada, con diferencia, y gracias a la conversión magnífica que se ha hecho para Wii U, a uno de los mejores de la actual. Porque todo en Bayonetta es maravilloso, desde el mismo prólogo hasta el epílogo y la secuencia final. Desde el primer minuto hasta el último este juego de Platinum Games destila personalidad y 'amor' por cada milímetro de su disco o por cada mega de su descarga.
El arte de la lucha
Como dice el anuncio, es empezar con Bayonetta y 'cuando haces pop ya no hay stop'. Nunca mejor dicho, porque en cuanto empiezas a ver moverse a la bruja y a 'bailar' con ella, no se puede dejar de jugar. No, no se puede. Yo no pude. Quería más, mucho más. Quería seguir avanzando, seguir enfrentándome a cada criatura que aparece en el camino y poner a prueba mi habilidad en un juego exigente y una auténtica delicia en movimiento.
Poesía en movimiento incluso se podría decir. Porque se nota y mucho la genialidad de los chicos de Platinum Games. Se nota que esto de los hack 'n slash es lo suyo. Bayonetta es frenetismo, Bayonetta son ágiles luchas de atacar, de defenderse, de esquivar y tener cada sentido en la acción. Bayonetta es de esos juegos en el que no tienes descanso, para descargar tensiones. Incluso cuando parece que no va a pasar nada, o que no hay nada, aparece un QTE para recordarte que la bruja quiere marcha y que sigues jugando.
Pero los QTE son sólo la punta del iceberg del combate, ya sea contra los jefes finales o contra enemigos normales y corrientes. Son sólo el cénit de un sistema trabajádisimo, divertídisimo, en el que con pocos botones podremos hacer unos combos espectaculares y disfrutar de unos animaciones impecables de Bayonetta. El tiempo brujo, al esquivar en el momento adecuado, los ataques tortura y sobre todo el clímax contra los 'jefazos' son todo un alarde de imaginación, y de violencia y dominación, que no deja de sorprender a lo largo de la aventura.
Aventura que si se va a saco puede durar unas doce horas, pero que si se quiere lograr todo y además hacer puntuaciones perfectas en cada pelea y episodio se puede alargar hasta el infinito. La historia entretiene, pero es un trasfondo para la concatenación de combates y además buena parte de ella nos la vamos 'oliendo' por el camino. Un camino que nos llevará por multitud de parajes y donde se nota más el paso de los años.
Sin 'tearing' en gráficos de 2010
Porque no hay que olvidar que Bayonetta es un juego de hace ya bastante tiempo. No en vano hace ya cuatro años y medio que se lanzó para PS3 y Xbox 360, consolas que por mucho que digan algunos son bastante inferiores a Wii U. Y esto que se ha hecho es una conversión, no un remake, por lo que sigue siendo, visualmente, casi el mismo título que en 2010.
El casi es porque las ralentizaciones han desaparecido casi por completo, quedando bastante aisladas y sin molestar para nada al espectáculo de la batalla. Y sobre todo, el molestísimo 'tearing', que también ha dicho afortudanamente adiós en esta conversión. Sin embargo, visualmente tenemos un título que a día de hoy sólo llega al notable bajo, con unos defectos evidentes que se hacen patentes nada más empezar a jugar. Se salva el diseño artístico, aunque a veces los escenarios aparecen algo vacíos.
En cuanto al apartado sonoro no solamente cumple a la perfección sino que cuesta bastante quitarse ciertas melodías de la cabeza. En el fondo, a Bayonetta le gusta el 'baile', y se nota en las composiciones del juego e incluso en el remix que han hecho del 'Fly me to the moon' para que acompañe a algunos combates. En definitiva, una música de sobresaliente.
Bayonetta, un icono
Sin embargo, incluso con todo esto estaríamos hablando quizá no estaríamos hablando del mejor hack 'n slash de la antigua generación. A pesar de los combates, de su perfección en la batalla, del alto ritmo y frenetismo. A pesar de todo esto, es 'ella' la que completa la circunferencia para que tengamos ante nosotros un juego de culto. Porque si el título de Platinum es lo que es, es por Bayonetta.
Es por la bruja. Es por un personaje que para mí está entre los diez más inolvidables y carismáticos de los videojuegos. Es imposible, o muy complicado, no querer a Bayonetta. No adorar a una mujer que, más allá de su evidente sensualidad, sexualidad y erotismo (tanto que roza incluso la mofa y la burla a algunos estereotipos), deja frases y acciones tanto dentro como fuera de los combates que dejan a uno marcado.
Es imposible no querer a Bayonetta
Ella, Luka y Cereza son el trío estelar de Bayonetta, sin olvidarnos de Jeanne y de Rodin, y de incluso algunos jefes finales con los que viviremos momentos tan intensos como divertidos y cachondos. Todo para dar vida a un auténtico juego de culto, para que hace cuatro años y medio naciera uno de esos títulos que no llegan a la perfección pero que se quedan muy de cerca de alcanzarla. Uno de esos que, a pesar del evidente bajón visual, siguen y seguirán siendo auténticos clásicos. Todos a bailar con Bayonetta.
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