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Análisis

Batman: Arkham Knight

Rocksteady ha conseguido un juego muy potente, que no es redondo, pero que ofrece a todos los posibles públicos del juego todo lo que esperában: mucho Batman, mucho Gotham y muchos villanos.

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Vamos a intentar olvidar que el lanzamiento de Batman: Arkham Knight haya sido accidentado. Incluso, vamos a obviar que en ocasiones, parte de sus novedades, como el uso del batmóvil para desplazarnos o para atacar a enemigos en forma de tanque, pueden llegar a ser excesivos. Vamos a pasar por alto que alguna de las grandes sorpresas argumentarles del juego sean un poco obvias para cualquiera que conozca mínimamente la historia del personaje. Sí, con esto me refiero, casi exclusivamente, a la identidad de Arkham Knight.

Si pasamos todo esto por alto tenemos un gran juego, uno alucinante, uno que nos pondrá los pelos de punta, que nos asombrará con gráficos (por favor, esa capa en las fases de planeo es realmente alucinante).

Sí, el juego no es perfecto, repite muchas fórmulas y, tal vez, consiguió sus mejores momentos en los capítulos anteriores. Pero, en la suma, aquí encontramos muchos elementos diferenciados realmente interesantes, misiones secundarias mejor estructuradas y, sobre todo y ante todo, un amor infinito por el personaje y por toda su historia. Es tal el fanatismo que destila que se le perdonan todos los cambios y las licencias. Nos da igual que cambien el destino de algunos de sus personajes, que parezca que todo en la vida del Caballero Oscuro gira en torno a un día de su vida, en el que fue a Arkham Asylum a encerrar al Jóker, como tantas veces antes y después.

Pese a ello, el juego es una carta de amor a Batman. Una bien escrita y con lágrimas al final, para demostrar que se quiere desde muy dentro.

Además, el juego coge todo lo mejor de si mismo, le añade coches y carreras; guerras y personajes, y pule todo lo que nos pueda sonar de algo. ¿Os acordáis esas largas fases de depredador? Pues se han mejorado, haciendo que Batman sea más letal, más sorprendente, más Batman. Ya no nos ocuparán mucho tiempo, porque no lo tenemos: sólo tenemos una noche para salvar la ciudad.
El juego también hace notar algo que necesitábamos con todas nuestras fuerzas: que hubiese un verdadero plantel de personajes interesantes. Se han introducido a los clásicos: Catwoman, Dos Caras, Pingüino, Acertijo, Espantapájaros y hasta Luciérnaga. Y se han introducido algunos nuevos e interesantes como el loco como el Diácono Blackfire (de la serie The Cult) o han introducido a Azrael (un cruzado que sustituyó a Bruce Wayne en un momento de su carrera).

Pero, ante todo y sobre todo, se ha dado dignidad al personaje de Robin. Se ha explorado ligeramente a Dick Grayson, a Jason Todd y a Tim Drake (los siguientes Robin no existen, ni parece que vayan a existir, en la linea Arkham). No es que salgan demasiado: Nightwing sale en la secundaria de Pingüino, a Jason Todd (recordemos que le mató el Joker en Muerte en la Familia) le vemos en algunos momentos del juego, que no vamos a explicar, por no ser acusados de espoilear, pero recordemos siempre que estamos en un juego en el que el villano principal es El Espantapájaros; y Tim Drake, que aquí tiene el rol de Robin, irá apareciendo en muchos momentos del hilo principal.

Estos momentos, en los que nos permiten vivir con nuestros ojos momentos importantes del juego, como los que hemos mencionado de Jason Todd, o uno en concreto relacionado con Barbara Gordon, son los más golosos para el fanático. Digamos que el salpicado de fan service con momentos de mecánicas jugables interesantes, hacen que este juego funcione, que guste, que haga las delicias de todos. No es excesivo en cinemáticas, pero siempre tiene algo que contar. Y ha mezclado bien los momentos investigación, pelea, depredador, carrera de coches, ataque de tanques y vuelta a empezar. Todo funciona perfectamente y se pasa volando.

Para ser la tercera entrega de una serie (bueno, cuarta, que Arkham Origins también nos gustó) dice mucho y lo dice bien. Como os hemos comentado, conocemos y valoramos todos sus defectos. Pero creemos que supera a la media de las series que crecen más de la cuenta. Y, lo mejor, esta lo ha hecho, pero dándonos tiempo a digerir cada una de ellas.
Esperamos ver con qué nos sorprende la próxima vez Rocksteady. Ojalá sigan por este camino.

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