El clásico de Gamecube vuelve a zarpar

Ante todo, la pregunta que debería surgir cuando uno tiene un juego como The Legend of Zelda: WindWaker HD en las manos es: necesitamos un remake de un juego, cualquiera, años después de su lanzamiento.

Si somos más precisos, la pregunta puede matizarse. ¿Necesitamos una secuela de un juego, concretamente, de la serie Zelda? Cada pocos años recibimos una nueva entrega de la serie. Y, no nos llevemos a engaño: está por llegar el día en el que un Zelda se diferencia abismalmente a otro como para que sea algo rompedor, algo único y algo irrepetible.

Sin embargo, y pese a los argumentos que he comentado en el párrafo anterior, yo, personalmente, sí necesito un remake de The Legend fo Zelda: WindWaker y de cualquier otro juego de la serie.

Lo necesito porque recuerdo cada Zelda que he jugado como algo importante en mi vida de jugador. Recuerdo la primera vez que vi el de NES, cuando jugué a A Link to the Past, a Ocarina of Time, a todos… Y los recuerdos que surgen en mi cabeza son positivos. Todos los Zeldas son iguales pero sí son únicos y, de verdad, sí son irrepetibles.

Lamentablemente la pereza, la falta de tiempo, la excesiva carga de aparatos electrónicos, no me permite reconectar consolas del pasado para poder volver a jugar a ciertos juegos. Cuando uno lo hace, pueden suceder dos cosas: que uno se de cuenta que los recuerdos podrían quedarse en el lugar de los recuerdos, o que veas que algunos videojuegos del pasado siguen vigentes y, que en algunos casos, superan a todo lo que se hace actualmente. Con los Zelda pasa, y con Wind Waker, por supuesto, también.

Volver a ver ese juego, con unos gráficos limpios (pero que no esconden el maravilloso diseño original), con sus mazmorras, sus horas de navegación, sus islas y sus puzles es un placer. Escuchar esa música, con su toque marinero… Volver a descubrir sus sorpresas, sus momentos bellos.

Sí, de verdad, merece la pena tener a mano todos esos sentimientos, en una consola actual, que paermanezca un tiempo conectada a nuestro televisor…

Vale que es preferible que se lance ya un Zelda nuevo para WiiU, que pongan a cien por hora la maquinaria y que nos sorprendan con un juego nuevo, maravilloso, y lleno de nuevas sorpresas. Pero sabemos que hace demasiado poco de Skyward Sword (que es pensar en él, y desear que hagan un remake también) y que tendremos que llenar nuestro día a día de nuevas formas de Zeldear un poco. Entre tanto y tanto, entre A Link Between Worlds, entre el deseado (al menos por mí) remake de Majora’s Mask, entre los portes de los clásicos Links Awakening, Oracle of Season, Oracle of Ages, Minish Cup y los dos primeros títulos para NES que siempre están en la tarjeta de memoria de mi Nintendo 3DS y que reediten de una vez A link to the Past para la consola portátil, bien está volver a las mares de Wind Waker. Y el que no lo sepa saborear, seguramente, será porque en su momento no tuvo el placer de paladearlo.