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ANÁLISIS

Golden Sun: Dark Dawn

El mundo de Weyard esta en peligro. Aprende a utilizar la psienergía para salvarlo una vez más.

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Nintendo DS no deja de sorprender. Después de reescribir decenas de clásicos, desde Mario Bros hasta Zelda, pasando por Castlevania o Final Fantasy, parecía que ya habíamos visto todo. Que ya sólo quedaba esperar a que el próximo mes de marzo saliese a la venta la nueva y flamante Nintendo 3DS y aquí paz, y mañana guerra.

Sin embargo, al concepto DS le queda mucho que contar. Sobre todo cuando se usa con material de cultivo tan rico y sugerente como es el de Golden Sun.

El juego de rol, que vimos nacer en Game Boy y crecer en la SP, llega hoy a su madurez en DS, justo cuando la consola llega a su senectud.

El juego coge las bases de los anteriores capítulos: rol de estilo japonés y por turnos, visto desde una perspectiva cenital y con algunos toques Zelda de por medio, mezclados con el sabor a los primeros Final Fantasy. Hasta ahí, todo nos suena, todo es cómodo y confortable. Fuera de esos márgenes, la revolución en conceptos e ideas.

Para empezar, nos encontramos con un motor gráfico que ya quisiera para sí todo título de DS. Sin lugar a dudas, nos encontramos con el juego que más y mejor aprovecha el potencial gráfico que tiene la máquina. El nivel es tan grande que llega a sorprender. Y estamos hablando de una videoconsola que en el momento de lanzamiento ya estaba algo mayor en esos aspectos.

Para continuar, parece que se han cogido todas las buenas ideas que se han tenido a lo largo de la etapa DS. Se ha incluido una jugabilidad realmente inmersiva e interactiva. Puedes escribir tocar, puntear, prácticamente todo con el lápiz táctil de la consola. Pero, además, se permite que todo, prácticamente todo, se haga igual de sencillo utilizando sólo la cruceta y los botones de la consola. Para todos los gustos y colores.

La idea del juego es que controles al personaje en un mundo mágico. Uno en el que cada paso estrecho, cada gruta o caverna puede esconder pequeños puzzles. Puede haber algo que mover o que elevar o hacer desaparecer para que consigas llegar al otro lado. Para ello tendrás que ir adquiriendo nuevos poderes que te ayudarán a solventar dichos puzzles. Con el lápiz, y una serie de estudiados movimientos, podrás realizar dichos hechizos, consiguiendo que te muevas a través del mundo de Weyard en su amanecer oscuro.

Como en buen juego de rol japonés, nuestras aventuras irán acompañadas de un gran número de combates sorpresa, todos ellos desarrollados por turnos. Cuando menos te lo esperes, aparecerá una pelea. En dichas contiendas podrás pelear de forma directa, con las armas que tengas asignadas, o podrás utilizar la magia. También podrás echar de mano de invocaciones y de las habilidades de los Djiin que poseamos. Para los que no conozcan estos juegos, los Djiin son una especie de Pokémon que tendremos que ir capturando a lo largo del juego. Cada uno de ellos ofrece poderes especiales y nuevas invocaciones en combate. Por lo tanto, sobre todo en los combates a gran escala, resultarán completamente imprescindibles.

Por supuesto, el juego podría ser más rápido, más trepidante, tener más acción. A veces resultará algo soporífero, con una historia que no llega a ser lo suficientemente interesante. Pero, por supuesto, todo queda suplido por un gran corazón dentro, bajo el caparazón de juego de rol de manual.

Golden Sun sería uno de los diez mejores juegos de la historia de DS si no fuese porque su vida ha sido muy larga y, como no, muy prolífica, sobre todo en lo que a juegos geniales se refiere.

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