EL HOMBRE DE ACERO SE OXIDA
Recordamos Superman 64, uno de los peores juegos de la historia
Nintendo 64 fue una gran consola. Una consola quizá con poco catálogo pero con unos juegos de una calidad tal que de hacer una lista con los 20 mejores títulos de la historia quizá tenga hasta cinco entre ellos. Eso sí, junto a los Ocarina of Time y Super Mario 64, Titus nos 'deleitó' con Superman 64, considerado por muchos como el peor juego de todos los tiempos en dura pugna con el E.T. de Atari.
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Con la Comic Con desvelando el trailer de la película en la que veremos juntitos a Superman y a Batman, es un buen momento para fijarse en la trayectoria del Hombre de Acero en el mundo de los videojuegos. Muy recordado es un título suyo, no precisamente por cosas positivas, y es que decir Superman es echar la mente a 1999 para recordar aquel inolvidable Superman 64.
Porque a pesar de que la máquina de Nintendo vio grandes obras maestras como Super Mario 64, Ocarina of Time, Perfect Dark, Goldeneye, Jet Force Gemini y demás, también vio otros de la talla y el calibre de Superman 64. Aunque parezca mentira, los juegos antes citados y la 'maravillosa' obra de Titus salieron para la misma consola.
No lo parece no, pero así es. Y no lo parece porque es increíble que el mismo formato que contenía al para muchos mejor juego de la historia, como es Ocarina of Time, diera origen a este desastre. Absolutamente nada se salva en Superman 64. Desde que ponemos el cartucho hasta que lo tiramos por la ventana, o lo quemamos por si acaso vuelve a introducirse solo en la N64, todo lo que tenemos la desgracia de jugar es una continua sucesión de calamidades que nos hace plantearnos si sus desarrolladores querían hacer lo que de verdad hicieron.
De lo malo lo peor, de lo peor lo pésimo
En cuanto el juego comienza ya nos damos cuenta de que algo falla... mejor dicho, nos damos cuenta de que todo falla. Una sucesión de anillos interminables aparece ante nosotros, o tras la inmensa niebla rosa del juego, y manejando...intentando manejar a Superman debemos atravesarlos todos antes de que termine el tiempo. Sí amigos, el juego de Superman con el que tanto habíais soñado sigue siendo un sueño.
O sencillamente es algo virtual, como el mundo en el que Lex Luthor tiene 'secuestrados' a los amigos del Hombre de Acero. Un mundo de fantasía en el que nada es lo que parece, porque nada se parece a aquello que debe parecerse. El cielo es rosa, oculto en una inmensa niebla, el césped es... bueno, al menos es verde, y los edificios se crean a pocos metros de nosotros por la simple razón de porque sí. Incluso gracias a uno de los múltiples errores del juego podremos introducirnos sin querer dentro de sus paredes, para aumentar nuestra satisfacción al mando.
Y es que qué felicidad manejar el vuelo de Superman. Es una delicia ver cómo vuela cual ave el Hombre de Acero, que se mueve en el aire tan bien como los avestruces. Sí, los avestruces no vuelan, así que ya os podéis hacer a la idea del placer que es jugar a esto. El dolor y el sufrimiento se hacen palpables cuando toca moverse por el aire. Cuando toca moverse por el suelo. Cuando toca pelear...
Ni Kratos ni Bayonetta. Abrid paso a Superman
Porque si volar es descubrir un mundo de horror y pesadilla, cuando se baja a tierra, o cuando se intenta bajar a tierra, ya todo empieza a volverse tragedia. Los movimientos de Superman son lo más ortopédico que existe incluso para los que hemos visto jugar a Gravesen o Drenthe al fútbol. Sus golpes son de esos que hacen daño sólo con verlos, con fantásticos ataques especiales como el aliento de hielo o los rayos láser de los ojos.
Todo para hacer frente a los peligros, más allá de los que produce jugar al juego, que hay en Superman 64. Unas todopoderosas sombras oscuras nos pondrán las cosas más complicadas aún que la ya maravillosa jugabilidad y el control de nuestro héroe. Invencibles tornados, ánguilas gigantes que depararán combates bajo el agua imposibles de olvidar... todo para que nos den ganas de jugar con el cartucho al baloncesto y tirarlo al cubo de basura.
Que todo sea un mundo virtual
Posiblemente eso sea lo mejor que se puede hacer con él. Su uso continuado puede provocar mareos e inestabilidad emocional, así como múltiples dolores estomacales y dolencias musculares en gran parte por el esfuerzo de manejar a Superman. A día de hoy todavía muchos nos preguntamos cómo pudo una compañía sacar esta cosa al mercado.
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