Super Mario soñaba ser Popeye y acabó superándolo

Es un icono dentro del mundo de los videojuegos. Conocido por la gran mayoría de fans de los videojuegos, Super Mario protagonizó algunos de los títulos más populares en la mayoría de las generaciones de videoconsolas: Super Mario Bros., Super Mario World, Super Mario 64, Super Mario Galaxy... y eso sin contar con su papel también participativo en otras series de videojuegos como Mario Kart, Super Smash Bros o Mario Party.

Pero lo que no todos conocen es el origen de este personaje, origen que se remonta a principios de los años 80, cuando Nintendo estaba empezando a embarcarse en el mundo de los videojuegos con algunas máquinas recreativas. Una de ellas fue Radar Scoope, la cual fue un éxito en Japón. Tanto fue el éxito de dicha recreativa, que decidieron enviar 3.000 unidades a América, en donde el juego no tuvo éxito alguno.

El riesgo que había tomado Nintendo con este videojuego era mayúsculo, pues la producción de estas máquinas les había dejado prácticamente en la bancarrota y tenían que tomar una decisión urgente. La decisión iba a ser muy sencilla, hacerse con los derechos para hacer un videojuego de Popeye y reprogramar las máquinas recreativas con dicho juego para intentar venderlo mejor. Sin embargo, hubo un contratiempo y Nintendo no consiguió dicha licencia, por lo que encargó a un joven Shigeru Miyamoto desarrollar un videojuego diferente, cuyos personajes igualmente guardaban cierto parecido con los de Popeye. Nacía así Donkey Kong, videojuego del que saldrían tres personajes muy famosos de Nintendo: Donkey Kong (el cual posteriormente se conoce como Cranky Kong dando lugar a un Donkey Kong nuevo) Pauline (quien posteriormente sería llamada Peach) y Jumpman (a quien a día de hoy todos conocemos con el nombre de Super Mario).