XCOM

Hace un año veíamos con gran ilusión en el E3 una nueva edición de XCOM, un juego de estrategia de los 90 que nos ponía en el lado de una especie de Men in Black en los EE UU contemporáneos al “Asunto Rosswell”. En la primera demostración de este nuevo juego veíamos un título en primera persona, con un nivel gráfico algo ajustado, pero un sentido estético realmente impactante. La sensación era mezclar el aspecto Mad Men, tan de moda últimamente, mezclado con la imaginería de Men in Black y un poco de ciencia ficción Arthur C. Clarke, con extraterrestres geométricos. El caso es que, en aquel momento, el juego, sin destacar en ningún aspecto en concreto, sobre todo a nivel gráfico, consiguió cautivarnos. Y es que, como decimos, sin lardes técnicos conseguía meternos en una especie de mundo idílico estadounidense metido dentro de una pesadilla. Al contrario que Bioshock, que  se llevaba retazos de aquel mundo y de aquellos años a un lugar ajeno y recóndito, XCOM llevaba lo ajeno y lo recóndito a los barrios y lugares que habíamos visto en cientos de series y películas. Amas de cada americanas, rendíos y preparaos para lo que os viene encima.

Xcom lleva extraterrestres Kubrickianos a los barrios residenciales norteamericanos de los 50.

Un año después, el juego aún está por salir al mercado. Y, una vez más, hemos podido ver el juego en el E3. Curiosamente, el juego ha cambiado sustancialmente. Para empezar, hace doces meses pensábamos que nos encontrábamos con un juego de acción en primera persona. Lo que hoy vemos es un juego de acción táctica que, en algunos detalles, recuerda más a un Ghost Recoon o a un Rainbow Six que a un Call of Duty. Nuestro deber, como investigadores de fenómenos UFO en los EE UU es comandar a nuestra patrulla. Colocaremos, mediante un sistema de pausas, que hace que nos acordemos mucho más de la época en la que el juego era de estrategia, es colocar a las tropas, para que acaben con los ciudadanos que han sido abducidos por los extraterrestres. A su vez, también tendremos que ir asimilando la tecnología extraterrestre, para poder usarla en contra de nuestros enemigos. En el caso de que seamos atacados por alguna tecnología como, por ejemplo, torretas o sondas alienígenas, al vencerlas, podremos descubrir la forma de aplicarlas contra nuestros enemigos. En los momentos clave, podremos desplegarlas para que las cosas se pongan más de nuestra parte.

Entre medias de fase y fase, podremos pasar por nuestro cuartel general, para elegir nuevas misiones relacionadas con avistamientos a lo largo de los Estados Unidos, así como nuevo armamento para dichas misiones.

En general, el juego, como decimos, sin grandes alardes técnicos, consigue crear una atmósfera realmente interesante, coge un poco de diferentes géneros y renueva el concepto clásico, sin caer en demasiados tópicos o desfases temporales. Es respecto a su precedente lo mismo que Fallout 3 respecto a sus anteriores entregas o, incluso, lo que Borderlands supone en cambio respecto a los Diablo en los que se inspira. Un gran juego que, esperamos, termine por salir al ruedo en no demasiado tiempo.