Tres jóvenes condenados a prisión por atentar contra un edificio federal en 'Minecraft'

La obra de Mojang, ‘Minecraft’, ofrece a los jugadores posibilidades completamente únicas y fascinantes. Crear un mundo a su estilo, personalizar distintos aspectos para que tengan la esencia propia del anime o, incluso, dar vida a algunos de los monumentos más imponentes de la vida real, presentándose incluso la posibilidad de dar forma a edificios federales rusos. Eso sí, si pretendes crear estos últimos, no busques destruirlos o te meterás en problemas.

Esto es lo que han aprendido por las malas tres jóvenes rusos, de los cuales uno de ellos ha sido condenado a cinco años de prisión por supuestas actividades terroristas. Todo esto porque habían planeado destruir un edificio federal ruso que ellos mismos habían diseñado dentro de ‘Minecraft’. Una historia que, además, llevó a estos jóvenes de 14 años a ser detenidos en junio de 2020, aunque la historia no ha sido relatada hasta ahora.

Una historia que viene de tiempo atrás

Según informan en The Moscow Times, estos jóvenes fueron arrestados por colgar carteles propagandísticos en un edificio local de la FSB (Federal Security Services). En estos el eslogan indicaba que “el FSB son los verdaderos terroristas”. Sin embargo, la cosa no acabó aquí sino que, al investigarles, descubrieron que estos tres adolescentes apoyaban a Azat Miftakhov, un anarquista que fue condenado en su día a seis años de prisión.

Todo esto de por sí resulta chocante, sin embargo la historia va un paso más allá. Al investigar sus móviles, descubrieron que estos tenían vídeos preparando bombas caseras y, en algunos de ellos, incluso lanzaban un cóctel molotov a una pared. Y si todo esto podría ser motivo suficiente para no perderlos de vista, lo que acabó por meterlos en graves problemas fue planear volar un edificio federal que ellos mismos habían creado en ‘Minecraft’. Una obra en la que daban forma a un edificio del FSB.

Un castigo por planes de entrenamiento

Tras cada una de las investigaciones realizadas, finalmente se tomó la decisión de detener a los tres jóvenes por entrenamiento con el propósito de llevar a cabo actividades terroristas. Dos de los jóvenes han recibido el castigo de arresto domiciliario mientras que el tercero fue llevado a un centro penitenciario donde denuncia que se le sometió a presión mental y física para confesar. Este último actualmente tiene una pena de cinco años de cárcel.

Los jóvenes afiman que no son terroristas, sino que únicamente querían aprender. De hecho, familiares y profesores afirmaban que únicamente se tratan de jóvenes normales que buscaban gastar bromas pequeñas. Una explicación que, lamentablemente, no sirvió para evitar problemas.