Capitán América: Supersoldado

En mitad de la Segunda Guerra Mundial se oían entre las trincheras una leyenda: el ejército de los EE UU había enviado a la batalla un auténtico super soldado, capaz de acabar con todo un ejército nazi, capaz de derrotar al mal con sus propias manos, con un escudo como única arma, además de sus pesados puños.

Al igual que corría ese rumor, también se hablaba de otra leyenda de noche lluviosa: los alemanes no iban muy por detrás de los americanos, y habían creado trajes acorazados y armas de fuego mortales para contrarrestar el efecto del conocido como Capitán América.

Esta es la premisa con la que empieza el videojuego, el primero en toda la historia, que El Capitán América protagoniza en solitario. Lo habíamos visto en recreativas de Los Vengadores, en un cross-over con Spiderman y en los Marvel Ultimate Alliance, por citar algunos, pero nunca dando título al juego.

El juego, como no podía ser de otra forma, toma algunos de los elementos, sobre todo de diseño, de la película que se estrenará este verano, y crea una historia completamente nueva, que alimenta un poco más el mito de lo que veremos en pantalla grande. Nos permite acabar con los planes de Hydra en una ambientación 100% Wolfenstein. Y todo revisando algunos guiños al universo Marvel, entre los que se incluye la aparición del padre de Tony Stark.

Como cabe esperar en un juego de este género, el juego funciona como título de acción en tercera persona. Nos moveremos por todo tipo de pasillos, dándolo todo y demostrando que nadie se puede enfrentar a un supersoldado sin esperar acabar comiendo el suelo. Notaremos algunos cambios de género en algunos momentos del juego y veremos unas claras intenciones de parecerse a Batman: Arkham Asylum, como las que tenía Spiderman cuando se metió en Shattered Dimensions. Y todo, si queremos, lo podremos ver en 3D estereoscópicas. No las mejores del mercado, pero si bastante aparentes.

Acaba con los planes de Hydra en una ambientación 100% Wolfenstein

Después de una colaboración que ha durado casi cuatro años, en los que hemos sufrido títulos de baja calidad como los dos primeros de Iron Man, uno más de The Incredible Hulk y el reciente Thor: God of Thunder, parece que por fin tenemos un juego que, al menos, cumple con mucho de lo que promete. Pese a tener algunos pequeños fallos en lo que al control se refiere y unos gráficos con texturas un poco anticuadas, no vemos un juego mal resuelto y torpe como los que protagonizaron el resto de Vengadores bajo el sello de SEGA. Capitán América nos ofrece un estilo de juego más directo, más interesante, mejor ambientado y con un poco más de gracia que el de todos sus hermanos de batalla.

Por supuesto, y demostrando que es imposible que todo vaya bien en el mundo de los videojuegos, Capitán América vuelve a tener uno de los más grandes defectos de toda la colaboración de SEGA y MARVEL: el doblaje. Un impagable reparto (porque nadie en su sano juicio pagaría por ellos) nos ofrece un completo recital de trabajo a bajo coste que consigue desanimar a cualquiera que haya superado los prejucios hacia la serie después de algunas cuantas pifias anteriores.

Aún así, pese a todo, como decimos se trata de un juego entretenido. No demasiado rejugable, o no con demasiadas posibilidades. Tampoco con un acabado perfecto y, muchos menos, con un apartado sonoro sobresaliente. Pero, pese a todo ello, divertido. Y eso es algo que los verdaderos fans del Capitán América sabrán agradecer, porque llevan demasiado tiempo sin disfrutar de un videojuego mínimamente aceptable basado en sus personajes favoritos.