Cuando el cine y los videojuegos se fusionan, esto es lo que pasa

La llegada de Quantum Break a Xbox One y PC es el enésimo ejemplo de esta categoría de juegos que, poco a poco, van haciéndose un hueco entre los usuarios. La aventura de Remedy apuesta por una temática en la que la ciencia ficción y el concepto de serie de TV tienen cabida. Pero también el elemento jugable, empleando los conceptos narrados en la historia para que el jugador pueda utilizarlos como le plazca.

En una línea radicalmente diferente encontramos las propuestas de Quantic Dream, estudio que se ha ganado por méritos propios ser la punta de lanza en lo que a juegos cinematográficos se refiere. Nombres como Beyond: Dos Almas o Heavy Rain dejan bien claro que cine y videojuegos pueden ir de la mano, siendo la jugabilidad un factor que pase a un segundo plano; pero garantizando también una montaña rusa de sensaciones para el usuario.

Naughty Dog no se queda fuera de la lista. Bebiendo entre el concepto clásico de videojuego si atendemos a obras como Uncharted, inclusive la franquicia protagonizada por Nathan Drake no se libra de esas pinceladas de cine de aventuras al más puro estilo Indiana Jones. Con The Last of Us ocurre algo similar. El estudio americano fue capaz de ponernos el corazón en un puño con una jugabilidad sencilla, pero en la que la narrativa, guión y dirección artística durante las cinemáticas brillaban con luz propia.

Remedy también ha sido capaz de ofrecernos juegos en los que la influencia del cine está muy presente. Alan Wake y Max Payne son dos grandes ejemplos, el primero apostando por el género del terror, mientras que el segundo lo hace por la acción más directa.

Y para vosotros, ¿cuál ha sido el título con un claro enfoque cinematográfico que más os ha gustado?