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Analisis:

Dead Space 2

Visceral Games nos ofrece una secuela de su juego de terror espacial que llega a superar en ocasiones a su ya de por si magnífico antecesor.

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El USG Ishimura fue sólo el principio en el viaje por la galaxia de Isaac Clarke. Sus historias, a partir de ahora, harían temblar a la mismísima teniente Ripley. Está condenado a repetir sus horribles vivencias en la ciudad de El Eje, más allá de Saturno. Allí, bajo la sombra de la catedral de la Uniología tendrá que luchar por escapar vivo y sobrevivir ante la mayor oleada de Necromorfos que jamás ha visto un humano en vida.

Esta es la premisa básica de Dead Space 2. Isaac Clarke ha estado siendo investigado por los sucesos acaecidos en el USG Ishimura. Ha pasado inconciente durante tres años, mientras los científicos hacían pruebas con él y mienstras el famoso ingeniero que protagonizó el anterior capítulo de Dead Space se consumía en la locura.

Ahora, cuando por fin despierta de su letargo, la infección galáctica ha vuelto a comenzar. Los necromorfos parecen adivinar todos nuestros pasos. Y están dispuestos a hacernos caer por el camino.

Dead Space 2 es una gran aventura. Es como un una gran atracción de parque de atracciones. Es un simulador en el que un gran número de personajes te dicen que corras con un arma en la mano y suceden cosas apasionantes delante de tus ojos.

Pese a lo que pueda parecer, no es un juego de terror. Hay sustos, hay tensión. A veces llegan a ponerte nervioso las múltiples formas, las sombras que acechan en cada esquina. Pero no pasas miedo. Lo que hace que aprietes más los dientes y dispares de una forma más segura. También es una montaña rusa, llena de pendientes vertiginosas, de momentos espectaculares que ya le gustaría a Walt Disney haber introducido en sus parques temáticos. Es adrenalina pura, es acción a raudales y, encima, está rematadamente bien hecho el condenado.

Dead Space 2 es como un gran parque de atracciones

A veces, cuando Isaac entra en modo locura, cuando comienza a tener sus constantes alucinaciones, la cosa se pone más dura. Es en esos momentos en los que el juego gana cientos de puntos. Sí, es en esos momentos en los que el juego deja de parecer una copia de Aliens y coge una mezcla perfecta entre Silent Hill y los primeros minutos de Alien, el octavo pasajero. Es entonces cuando nos damos cuenta de que el juego tiene un algo más. No es sólo un título de acción al uso, de los que sacan notas razonables, salen al mercado y se olvidan al poco tiempo. Dead Space 2 perdura, porque está tan bien pensado como su antecesor.

No, por supuesto que no cuenta una historia espectacular. No es la obra maestra que a muchos le gustaría creer que es. Pero es que Dead Space 2 no parece querer recoger un Nobel al mejor juego de la década. Se ve que le basta con gustar lo suficiente como para que todo el mundo decida llevárselo a su casa.

Toda la acción, la historia y los personajes no serían nada sin una buena caja que los cubra Y en este aspecto, Visceral Games ha dado el auténtico do de pecho. Todos los aspectos técnicos de este juego son completamente sobresalientes. Ofrecen un acabado espectacular, unos gráficos realmente finos que juegan perfectamente con los efectos de luz. También el sonido es realmente maravilloso y, sobre todo en la versión de PS3 consiguen que meternos en la historia de una forma realmente inmersiva.

No tenemos que olvidar que realmente estamos en una gran ciudad que está siendo devorada por unas horribles criaturas espaciales. Aunque en muy pocas ocasiones veamos a las personas que supuestamente viven en la zona, los oiremos gritar, escucharemos como lloran, como suplican por sus vidas. Tanto la versión original como la doblada están perfectamente sonorizadas, y esto conseguirá que en muchos momentos nos sintamos incómodos. Y es que, cualquiera está en su salsa mientras oye como otras personas imploran piedad a bestias surgidas de a saber qué infierno galáctico.

Para acabar de rizar el rizo, el diseño, tanto de la ciudad, como de sus estructuras, y sobre todo , de nuestros enemigos, es poco menos que impecable. Es realmente aterrador pensar que los chicos de Visceral han pasado tanto tiempo diseñando criaturas tan grotescas y demoniacas. Todo con un agradable sabor a H.R. Giger, como está mandado, y superando con creces su inacabado trabajo en Dante’s Inferno.

Otro detalle que es hace al juego completamente recomendable es su enorme cantidad e posibilidades. Tenemos armas de todo tipo, que podemos modificar, mejorando al personaje a nuestro gusto y antojo. Podemos vernos en gravedad cero, controlando máquinas, metidos en vertiginosas carreras en trenes desbocados… Es un no parar que no nos dejará pensar en ningún momento y que conseguirá que todo el juego pase velozmente delante de nuestros ojos. Cuando consigamos acabárnoslo nos parecerá que ha sido demasiado rápido, que no puede ser. Aunque el camino haya precisado unas ocho horas.

Para acabar, por si quieres más, el juego incluye un modo online, que nos permite ser necromorfos, realmente divertido.

Todo un homenaje al buen cine de terror espacial, con todos los ingredientes que debe tener un buen título de su género: pasillos, oscuridad, bichos deformes y mucha, mucha casquería.

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