Estas son las reacciones de los usuarios de Project Morpheus

Para dejar a alguien alucinado con un videojuego espectacular, con unos gráficos espectaculares, o con un diseño de los que te haces de todo encima, sólo tienes que enseñárselo. Con un vídeo te puedes hacer una idea de cómo es, de qué te puedes esperar, de qué es lo que vas a encontrarte cuando pongas el juego en una videoconsola. Ahora bien, cuando nos referimos a una tecnología nueva, que sólo puedes comprender cuando la tienes en tus manos o en tus ojos, las palabras suelen quedarse pequeñas (o grandes, según cómo uno sea de exagerado). Cuando se presentó Wii, muchos no entendían cómo funcionaba. Para entenderlo, habría que tener ese mando en la mano. Una vez tocado el mando, ya podrías decidir si lo que te habían contado estaba por encima o por debajo de las expectativas.

Ahora bien, conceptos como el control por movimiento pueden ser comprendidos de una forma sencilla, con alguna experiencia previa, con algunos ejemplos. Lo que uno siente cuando se pone un visor como el de Project Morpheus (así como Oculus Rift) es algo distinto. No puedes entender lo que tienes entre manos a no ser que lo tengas tú puesto. Las sensaciones, la forma de sumergirte en el juego, de meterte en la historia, de cambiar de mundo… La sensación, de verdad, es muy, muy, muy inmersiva. Más de lo que cabe esperar (puedes creernos, lo hemos probado). El viaje sideral que haces a otro mundo, es demasiado brutal como para no tenderlo en cuenta. Ahora bien, ponemos algunas pegas. Sin una plataforma de movimiento físico, sin algunos elementos más, puramente decorativos, pero que nos ayuden a entender mejor el paso a lo virtual (un chaleco como el de Kor-FX y la plataforma Virtuix Omni valdrían para empezar) nos encontramos con un género que se ve algo atascado a títulos on-rail o simuladores.

Pese a los resultados que se han podido ver en el E3 con títulos como Alien: Isolation, lo que vamos a poder hacer con esta tecnología es mover la cabeza mientras el resto del cuerpo es controlado con un mando. Como decimos, en cientos juegos, esto es válido (los simuladores espaciales son brutales) pero, con el tiempo, puede que esto llegue a atascarse.

Sin embargo, las demos con las que Sony, en este caso, muestra su tecnología al público, siguiendo estas pautas, hacen que la gente reaccione así. Evidentemente, la demo de The Deep, en la que estás en una jaula debajo del mar que es atacada por un tiburón, funcionan perfectamente. Un claro ejemplo de cómo se debe mostrar bien un juego. Del barullo del E3 a las profundidades del océano, la gente no podía nada más que alucinar en colores. Y es que, la realidad virtual, quieras o no, impresiona.

Veremos si sabemos darle la oportunidad que no tuvieron al final las 3D. Aunque habrá que esperar, al menos hasta el año 2015, para poder echarle en guante.