Este es el futuro de los gráficos de videojuegos

Son muchos los rumores que hablan de las supuestas características técnicas de PlayStation 5 y Xbox Scarlett. Algunos expertos de la industria insinúan que las nuevas consolas de sobremesa de Sony y Microsoft podrían presentarse a mediados de 2019 (la primera en un evento propio y la segunda en en el E3), y llegar al mercado en marzo o abril de 2020. Otros opinan que quizás uno o dos años después, pero está claro que ya estamos en la recta final de la actual generación de consolas.

No son pocos los expertos del sector o desarrolladores de videojuegos que hacen sus apuestas sobre la next-gen. Uno de ellos fue Matteo Sciutteri, creador de Fall of Light y director de RuneHeads. Matteo comentó que PS5 y Xbox Scarlett probablemente serán consolas que alcancen el fotorrealismo, ya que sus sucesoras son consolas muy potentes y el fotorrealismo no estaba tan lejos cómo la gente pensaba. Matteo Sciutteri piensa que las consolas llegarán a un límite gráfico que poco se podrá mejorar. Puede que no compartas esta afirmación, pero cambiarás de opinión al ver el siguiente vídeo.

Sí, es una hiedra falsa, generada por ordenador. Podríamos haberos dicho que se trata de una hidra de verdad y, cuando vierais que no, vuestras cabezas explotarían en una divertida incredulidad. Sin embargo, el vídeo nos da una idea de a donde llegarán los videojuegos próximamente, y eso es aún más alucinante. Tal vez no en esta nueva generación que está por llegar, pero muy pronto los bosques que nuestras aventuras preferidas pueden verse así.

Como se revela en el tuit, la hiedra está generada con un motor muy común en el desarrollo de videojuegos, el Unreal Engine (creado por la compañía Epic Games), combinado con SpeedTree, grupo de productos de software de modelado y programación de vegetación. Esta proyecto de realidad virtual, parte de la iniciativa Virtual Helsinki (el gemelo digital del centro de la ciudad de Helsinki, creado en 3D de alta calidad).

Por otro lado, los torpes movimientos de la cámara nos hacen pensar que lo que estamos viendo es algo filmado en la vida real y, posiblemente, esos movimientos torpes están pensados para engañar aún más a nuestro cerebro. Pese a esto, el trabajo es realmente espectacular, y crea una línea muy fina entre lo real y lo virtual.