ANÁLISIS
FlingSmash
Llega un nuevo personaje para el museo de mascotas de Nintendo: Zip. No es el más original, no es ni siquiera el más divertido. Pero, por prácticamente el mismo precio podrás comprarlo con un mando Wii Plus de regalo.
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FlingSmash no pretende nada en absoluto. No quiere ser el juego favorito de nadie, no quiere pasar a la historia de los videojuegos. Si me apuras, según lo juegas, no tienes la sensación de que vaya a convertirse en una gran saga que perdure por los tiempos de los tiempos. Y es que, parece que aquellos tiempos en los que las pelotas de colores se podían convertir en iconos, han pasado a la historia. Los únicos que perduran son los que nacieron entonces. Y todos los intentos posteriores, o siguen vivos a duras penas, o no consiguen más que ver la luz y pasar a formar parte de los almacenes en los que los juegos que no vendieron pasan el resto de sus vidas.
El juego recuerda a los nuevos éxitos para teléfono movil.
Sin embargo, FlingSmash en si no es malo. Es como de otra época, pero es divertido. Para que nos hagamos una idea, todo en él huele a un intento de crear un Loco Rocco que funcione dentro de una Wii. Y no una cualquiera, si no una que disponga de mandos preparados con Wii Motion Plus.
El juego nos permite lanzar un personaje con forma de bola de un lado a otro de la pantalla. También podría definirse como una mezcla entre Kirby, Loco Rooco y Arkanoid o Pang!. Es como un poco de todo, muy rápido, ameno… Es adictivo, pero tanto como lo vienen siendo los juegos del estilo Angry Birds o Cute the Rope. Títulos que, por cierto, cuestan algo menos que Fling Smash.
El juego nos pide que zarandeemos la bola, que la movamos por la pantalla, que cojamos en tiempo record los ítems, que reaccionemos rápidamente a los poderes especiales que nos vuelven locos, aumentan o disminuyen nuestro tamaño, que cambian nuestro peso… Y todo en 8 mundos, con su decena de fases por mundo y su enemigo final de turno.
Las ideas están ahí, el concepto, nuevo pero retro está ahí pero, ¿y el resto? ¿Los gráficos, la música y el sonido están a la altura de Sonios, Marios y demás juegos del estilo?
Lamantáblemente, en el apartado técnico encontramos el mayor de los escollos de Flingsmash. El juego hace aguas, ya no en la calidad de los gráficos (somos conscientes de las limitaciones), si no en su mismo diseño. Un puego puede tener menos resolución, pero ser bello, merecer la pena, llenar los ojos. Ahí tenemos Epic Yarm o Lost Winds para demostrarlo. Sin embargo, una vez más parece que con FlingSmash no se ha partido la cabeza nadie.
Como decimos, la idea es buena. Puede resultar entretenido un rato. Y regalan un mando Wii Plus con él. Todo ello puede hacer más que recomendable la compra. Eso sí, pediríamos a los señores que Artoon, artífices de este juego, que para la próxima, por favor, trabajen un poco más en crear un juego algo más elaborado y que ofrezca algo más que ligeras variaciones de todo lo que hemos visto anteriormente.
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