Mass Effect 3

Es complicado hablar de Mass Effect 3 en estos momentos. Por un lado podemos tirar de lo que hemos visto en la conferencia de Microsoft del pasado E3. La versión de Xbox 360 será compatible con el reconocimiento de voz de Kinect. Dicha integración de voz, que aparecerá en tierras españolas en la actualización de otoño de la consola, nos permitirá leer las opciones conversacionales en los momentos dialogados, así como dar órdenes a nuestros compañeros en el campo de batalla. De esta forma, Bioware ofrece un nuevo gesto de amistad a la plataforma de Microsoft, con la que siempre han tenido especial afinidad, ahora que Mass Effect ha perdido, desde el mismo día de lanzamiento, la exclusividad con Xbox 360.

Por otro lado, podemos hablar de la demo a puertas cerradas que se mostraba durante el E3, en el stand de EA.

La nueva entrega de Mass Effect volverá a jugar con nuestros sentimientos

En dicha demostración del juego, Bioware no quiso mostrar ninguna de las nueva opciones del juego. Por supuesto, pudimos ver el potencial gráfico de este título. Disfrutamos como enanos viendo los nuevos ataques cuerpo a cuerpo y la famosa batalla con un robot gigante utilizando una torreta movil. Más o menos lo mismo que se pudo ver en la conferencia de EA un día antes de que la feria diese comienzo.

Pero, lo que más impresiona de todo lo que rodea a este futuro lanzamiento es, sin lugar a dudas, la carga emotiva de lo que nos enseñaron después.

En un momento del juego, en el que la Tierra está siendo evacuada, y Sheppard está llevando a su tripulación a salvo, los chicos de Bioware se dedican a jugar con nuestros sentimientos, al más puro estilo “La Lista de Schindler” y su niña del abrigo rojo. No queremos desvelar lo que sucede este momento en concreto del juego, pero la sensación que crea en el espectador (en este caso jugador) vuelve a ser completamente arrolladora, como algunos de los mejores momentos de los dos primeros juegos. Sí, Mass Effect 3 continúa siendo uno de los videojuegos más evolucionados técnicamente, tiene unos gráficos espectaculares, un diseño de producción fuera de serie y, hasta si nos ponemos, un apartado sonoro sobresaliente. Pero, lo que más importa de él es lo que nos hace sentir. Y eso se notó cuando acabó la presentación. Un momento en el que se notaba, y mucho, que el público asistente, un grupo de alrededor de 20 personas, rompía a aplaudir con una pasión que, habitualmente, no se encuentra en las feria de videojuegos.