Los Pokémon que nunca debieron de existir

Magnemite y Magneton. Empezamos este artículo con uno de los casos más peliagudos, especialmente por tratarse de Pokémon de primera generación, a los cuales los jugadores suelen mostrar un mayor cariño. Tanto Magnemite y Magneton no dejan de ser imanes, una forma de Pokémon bastante antinatural dentro de la franquicia.

Tangrowth. En la cuarta generación nos contrábamos con algunas evoluciones de Pokémon de primera generación... y la verdad es que no gustaron demasiado en su mayoría. Tangela ya era un Pokémon raro en sí, pero su pequeño tamaño hacía de él un Pokémon muy entrañable. Sin embargo, su evolcuión Tangrowth amplió el tamaño y le añadió dos brazos alargados a un Pokémon que da cierta pena siquiera verlo.

Trubbish y Garbodor. Si tuviésemos que mencionar un sólo Pokémon al que los jugadores no les gustó ni un pelo llegar a ver... ese sería Garbodor seguramente. Ambos están inspirados en... basura, literalmente. Ni que decir tiene el porqué a tantos jugadores no les gusta estos Pokémon.

Vanillite y evoluciones. Seguimos con Pokémpn inspirados en productos orgánicos... aunque al menos Vanillite, Vanillish y Vanilluxe tienen una presencia más apetecible que la de un cacho de basura. Inspirados en helados, estos Pokémon entraron en quinta generación, demostrando un cambio de tónica generalizado en la franquicia.

Klefki. Probablemente a Pokémon no le quede mucha flora y fauna en la que escoger para nuevas especies... por lo que alguno habría pensado en poner Pokémon con forma de objetos. Klefki es... un llavero, tal y como suena. Vale que el tipo acero le venga que ni pintado, pero aún así destaca mucho la presencia de algo tan antinatural con forma de Pokémon.