¿Por qué las consolas de antes resistían más?

Probablemente tengas en casa varias consolas que explican toda tu vida como jugador, y también es muy posible que alguna de ellas haya tenido que pasar por el SAT por haberse estropeado. Pero, ¿a que esto antes no ocurría tanto? Sí, ahora las consolas tienen una menor duración, pero esto también tiene unos motivos, los cuales os detallamos a continuación.

1. La obsolescencia programada. El primer punto es quizás el más espinoso, y es que algunas empresas productoras de dispositivos electrónicos llegan a calcular la durabilidad de un hardware concreto, acortando su vida para que el consumidor tenga que comprar otro muy pronto y así se pueda seguir produciendo y vendiendo su pieza. Cabe decir que esto no es responsabilidad directa de Nintendo, Sony o Microsoft, sino de las empresas que les proveen el hardware necesario para sus consolas.

2. Más potencia, menos fiabilidad. A la hora de diseñar un aparato electrónico, es muy importante tener en cuenta toda su estructura; algo que ya no se mira tanto en ordenadores o consolas con arquitectura PC. Pero lo que se mira ahora no es que el hardware esté perfectamente equilibrado, sino que tenga 8GB de RAM y un procesador de varios núcleos, siendo además estas piezas en sí menos fiables que otras un poco menos potentes pero con mayor avance tecnológico en optimización.

3. Antes las consolas eran placas y chips. Las propias consolas de antes sólo necesitaban poder correr videojuegos; pero esto cambió muy notablemente en los últimos años. Ahora hace falta que la consola incluya un disco duro para descargas, instalaciones y partidas guardadas, conexiones inalámbricas, posibilidad para grabar y retransmitir nuestras partidas... muchas más posibilidades de las que había antes, las cuales a su vez aumentan la probabilidad de que nuestra consola falle en algo.

4. Porque los juegos de ahora están mal optimizados. Ni un sólo bug. Ese era el objetivo que había antes a la hora de lanzar un juego, pues estos no se podían actualizar. Ahora que no hay esa necesidad, las compañías lanzan videojuegos con muchos problemas, los cuales incluso llegan a forzar nuestra consola, dejándola colgada y más inestable.

5. Porque ahora es más importante el diseño que la resistencia de la consola. Las consolas de ahora son muy bonitas pero a veces, este diseño bonito tiene sus consecuencias. Ejemplos no faltan: ¿alguien se acuerda de la posición vertical de PlayStation 2, Wii o de la nueva Xbox One? Nadie recomienda poner un hardware "boca arriba", pues todo está pensado siempre para una posición horizontal. Otro ejemplo es el de las Nintendo DS y 3DS, consolas "con tapa", las cuales llegan incluso a forzar unas bisagras que en ocasiones no llegan a aguantar que se abran y cierren unas y otra vez.