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¿ABURRIMIENTO O DIVERSIÓN?

¿Son los simuladores verdaderamente videojuegos?

A día de hoy es muy difícil no encontrar tu género favorito en los videojuegos. La simulación es uno de los más llamativos de los últimos años, pero ¿hasta que punto pueden ser considerados videojuegos?

Los Sims

Defconplay Los Sims

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¿Qué son los simuladores?

simulador

Mientras que los RPG, plataformas o títulos de acción apuestan por las aventuras de fantasía y en las que la palabra videojuego como antaño siempre se la ha conocido, los simuladores van un paso más allá.

Hablamos de obras que, en muchos de los casos, nos ponen frente a competitivas carreras de conducción, convertirnos en pilotos de aviones o ver cumplido el sueño de tener nuestro propio camión y vivir de ello.

¿Merecen la pena? Bueno, eso es algo que depende de cada jugador, pero sin duda el gran atractivo de los simuladores reside en convertirnos en auténticos protagonista de un trabajo que, como su nombre indica, sea lo más parecido posible al que veríamos en la realidad.

La repercusión de los simuladores ha traspasado fronteras. Más allá de que cualquiera de nosotros puede acceder a ellos desde la comodidad de nuestra casa, los pilotos de Fórmula 1 sin ir más lejos, se entrenan a diario con videojuegos que son auténticos simuladores, y sí, precisamente en muchos de los casos el juego que podemos tener instalado en nuestra consola o PC.

Las variantes de simuladores

Mientras que juegos como EuroTruck Simulator o Assetto Corsa son, por ejemplo, referentes en sus campos, otros como Animal Crossing o Los Sims podrían entrar perfectamente en la ecuación de ser considerados simuladores.

Animal Crossing

Hablamos de videojuegos que, lejos de apostar por el realismo puro y duro, llevan a tu consola/PC ciertos elementos que encontraríamos en la vida real, pero aportando también su toque arcade. Tal es el caso de Animal Crossing, el título de Nintendo 3DS en el que nuestro personaje debe pagar la hipoteca, pero la ambientación apostando por un estilo cartoon y por ende desenfadado.

Otro de los casos más aclamados es el referente a Los Sims. El considerado simulador social nos pone en la piel de un personaje que debe buscar trabajo, convivir con sus vecinos o encontrar el amor entre otras tareas propias de la vida real.

Precisamente el atractivo de esta variante de simuladores no sólo reside en poder llevar a cabo tareas que encontraríamos en nuestro día a día, sino hacerlas de una forma sencilla, sin muchas complicaciones en lo que a controles se refiere y enfocando su jugabilidad a un público casual.

En definitiva, ¿deberían ser considerados los simuladores videojuegos? La respuesta es sí. Cualquier obra que requiera de una interacción con periférico - ya sea mando o el propio móvil - y una pantalla así debería serlo. Más allá de que apuesten por mundos de fantasía o el realismo puro y duro, es la diversión que genera el videojuego en el usuario la que tiene la última palabra.

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