Tiroteos en colegios: ¿por qué los cometidos por blancos se relacionan con los videojuegos?

Los videojuegos no tardan en salir a la palestra cada vez que sucede un trágico tiroteo en Estados Unidos o cualquier otra parte del mundo. Redes sociales, medios de televisión, políticos… son muchos los que se unen a pensar que los videojuegos podrían estar vinculados a este tipo de actos de violencia, pero ¿por qué?

Un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología ha puesto los puntos sobre íes, encontrando la que podría ser la respuesta a la pregunta. En base a las conclusiones del estudio, ‘las personas tratan de buscar una explicación externa a los actos violentos perpretados por blancos’. Es aquí cuando la violencia en los videojuegos hace acto de presencia y termina relacionándose con, en este caso, los tiroteos en colegios.

¿Qué ocurre cuando el tiroteo es realizado por una minoría racial? Una respuesta aún más curiosa, pues la encuesta desveló que lejos de buscar una explicación externa, la raza del autor se ajusta por completo a la imagen de un criminal violento. El psicólogo Patrick Markey destacó que en el estudio se mostró a los participantes varias noticias falsas sobre tiroteos en la escuela. La probabilidad de que los videojuegos aumentaran su presencia en las conversaciones creció un 8,35 por ciento, siendo por ende los responsables.

Eso sí, Patrick apunta como término clave que el 80% de las personas que participan en tiroteos muestra un nulo interés en los videojuegos. La investigación señala que ‘los videojuegos violentos no están relacionados con los actos de violencia del mundo real, como homicidios o tiroteos en las escuelas’. En el informe se recoge que medios de televisión y figuras públicas sugieren rápidamente que los videojuegos han sido los responsables en caso de que el acto haya sido perpetrado por blancos. Dicha afirmación, según Patrick, se debe a que los autores de estos crímenes no se ajustan a su imagen de una persona que podría cometer un crimen violento. El psicólogo recomienda una mayor cautela cuando se discutan los efectos de los medios en el contexto de los tiroteos escolares.