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TREINTA ANIVERSARIO DEL SISTEMA

Top 10: los mejores juegos de Amstrad

Cómo pasa el tiempo. Treinta años se cumplen desde la aparición de Amstrad y desde que vimos juegazos como los que pudimos disfrutar en sus circuitos. Batman, Saboteur, Match Day II, Robocop, Knight Lore... y otros muchos más en los que quedó claro el potencial de la industria española con obras como La abadía del crimen, Goody o Livingstone supongo.

AMSTRAD

DefconPlay Felicidades, Amstrad

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Qué bien se estaba siendo niño. Sin preocupaciones, sin más objeto que divertirse. Todavía recuerdo cuando hace ya años, muchos años, no era más que un crío y me tiraba tardes y tardes jugando a algunos juegos de Amstrad. Jugando a esos Match Day II, Batman y Saboteur. El sistema ha cumplido 30 años ya, y por ello es momento de repasar sus diez mejores títulos.

La abadía del crimen

La abadía del Crimen

Uno de los mayores exponentes de la llamada edad de oro del videojuego español. La abadía del crimen se basa en la novela 'El nombre de la rosa', de Umberto Ecco, y nos pone en la piel de fray Guillermo de Occan y Adso de Melk. Nuestro objetivo, aparte de vivir el día a día durante siete jornadas la vida de monje, será descubrir quién es el responsable de siete asesinatos que se han producido en una abadía de Italia.

El juego hacía gala de la típica vista isométrica y la distribución por habitaciones que tan de moda estaban en la época con Batman y con Kgnith Lore, que veremos más adelante en este recopilatorio de juegos. Opera Soft. consiguió reunir en un mismo título los ingredientes necesarios para hacer de este uno de esos videojuegos a los que hay que jugar al menos una vez en la vida.



Robocop

Robocop, de Amstrad


Este juego evidentemente no es una aventura gráfica... Robocop coge el título de la película del mismo nombre y nos pone en la piel del personaje para liarnos a tiros por escenarios en 2D ante toda una horda de enemigos dispuestos a acabar con nosotros. El acabado, para la época, es espectacular, tanto por los personajes que aparecen en pantalla como por el uso de los colores.

Destacar sobre todo la banda sonora. La música es de esas pegadizas, como tantas otras que había en esos añorados 80 y 90. Además la variedad de situaciones del juego hizo y hace de él otro de esos que está considerado como los mejores juegos de Amstrad.



Head over Hells

Head & Hells, para Amstrad

Ocean, de la mano de Jon Ritman, nos traería este juego que recuerda y mucho a la primera obra de su creador: Batman. Desde una vista isométrica, y con un display prácticamente idéntico al del juego del hombre murciélago, pero tenía la particularidad de que controlábamos a dos personajes que inicialmente estaban separados.

Nuestro objetivo, como espías, era liberar unos planetas esclavizados para poder enfrentarnos al jefe final. Para ello, saltos, puzzles, exploración y diversión en uno de los juegos que marcaron un hito en la industria.



Livingstone Supongo

Livingstone Supongo


De nuevo Opera Soft. al mando de este título que es otro de los ejemplos de la buena salud con la que contaban los estudios españoles en los 80. A diferencia de La abadía del crimen, aquí jugaremos en perspectiva 2D por variados escenarios en los que avanzaremos en scroll lateral superando obstáculos y derrotando a nuestros enemigos con las armas de las que disponemos.

En el juego vivimos las peripecias del reportero Morton Stanley en su búsqueda por África del doctor Livignstone. Unas peripecias que nos harán 'sufrir' de lo lindo en entornos hostiles en los que pocas cosas habrá que no quieran acabar con nosotros. Pendientes de los marcadores de agua y de bebida, localizando gemas y llegando a una segunda parte de un título de esos que pasan a la historia por su dificultad.



Goody

Goody, para Amstrad

Y otra vez Opera Soft. nos enseña de qué eran capaces de hacer los españoles en esto de los videojuegos. Con Goody, donde encarnamos el papel de un ladrón que tiene que escapar de un policía que no hace más que perseguirle... y de un navajero, dieron muestras de hasta dónde se puede llegar.

Bajo un apartado visual de lujo, para la época en la que se desarrollo el juego, nos espera una aventura en 2D distribuida en pantallas complicada y difícil. El objetivo es asaltar el Gran Banco, y para ello debemos hacer buen uso de las herramientas que Goody tiene a su disposición... una vez que las compre con el dinero que reunamos antes.



Navy Moves

Navy Moves, en Amstrad


Acción acuatíca para el que fue elegido en España mejor juego de 1988. La segunda parte de Navy Moves tenía todo para ser de esos títulos que enganchan y que te hance disfrutar, y sufrir, de su gran dificultad. Y es que la primera fase, la de las boyas distribuidas en el agua, era ya un mensaje claro de lo que esperaba a lo largo del título.

Acción lateral en la que arpón en mano comenzamos enfrentándonos a tiburones y demás especies marinas, para terminar cogiendo un submarino y hacer frente a pulpos de notable tamaño y otro tipo de... especímenes. Finalmente, con los pies casi en tierra y con armas de fuego, un submarino nos esperaba con sus respectivos enemigos para evitar que cumpliésemos con nuestro objetivo.


Abu Simbel: Profanation

Abu Simbel, para Amstrad

Posiblemente uno de los mejores juegos aparecidos en la década de los 80. Y quizá uno de los que están también en el top 10 de dificultad, pero ya no sólo de la década de los 80. Complicado hasta decir basta es este título de scroll lateral en 2D en el que las plataformas y los retos se intercalan para poner en problemas al jugador, a la par que para medir su destreza.

Todas las trampas posibles, desde el mismo comienzo de esta aventura, están listas para ponernos en apuros. Hasta una simple gota de agua puede acabar con una de nuestras preciadas vidas, y si a eso sumamos serpientes, pinchos, caídas al vacío y otro tipo de objetos mortales tenemos uno de esos juegos que no son aptos para cualquiera.



The Sentinel

The Sentinel, para Amstrad

Gráficos de entorno tridimensional, una mecánica fresca, innovadora... El trabajo de Firebird y BBC Micro supuso un completo revulsivo para la industria del videojuego. Marcó un camino a saguir, unas normas, una forma de trabajar más allá de los cánones que se prestablecían en aquellos mediados de los años 80. Hoy, todo lo que supone The Sentinel ha quedado obsoleto, pero en aquellos momentos contemplar un juego tan ambicioso, tanto visual, como filosófica y sonoramente, consiguió que muchos nos sintiésemos abrumados. Otros directamente pasaron de él, por supuesto, y se liaron a tiros con algún port de recreativa malo. Pero los que gozamos de The Sentinel, comenzamos a pedir más a los videojuegos. Y estos respondieron a nuestras plegarias...

 


Knight Lore

Knight Lore


Grandes y gratos recuerdos me trae este juego, que me retrotrae a mi época de niño y del que disfruté bastante viendo sobre todo esa original propuesta que alternaba un personaje humano con otro de lobo. Y es que somos justamente eso, un hombre lobo, y para que dicha transformación se produjera el juego contaba con un reloj interno que alternaba sol y luna.

El título es el tercero de la saga Sabre Man, compuesta por Sabre Wulf y Underwurlde, y el objetivo es conseguir una poción para librarnos de esa pesada maldición que nos convierte en lobo. Evidentemente no va a ser nada fácil, y el entorno isométrico por el que nos movemos está repleto de trampas y enemigos que no tienen la más mínima intención de dejarnos campar libremente para lograr los elementos de la poción. Un deleite jugable, uno de esos grandes juegos de todos los tiempos.



Elite

Elite, para Amstrad


Otro de esos juegos que se sale de la norma establecida del 2D y busca ofrecer un 3D en pleno 1985. El resultado es un juego de naves y disparos espaciales en el que debemos lograr el rango de élite. 

El juego fue un total éxito comercial y llegó incluso a aparecer en la BBC. Además sirvió de inspiración para muchos otros que le siguieron.


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