ANÁLISIS
Tron Evolution: Battle Grids
El campeonato ha comenzado. Los programas se ponen en la parrilla de salida. El mejor, formará parte de un sistema operativo perfecto. Los perdedores serán formateados.
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Era inevitable. Tarde o temprano, Tron volvería, resurgiría de las estanterías de los video-clubs más polvorientos, resurgiría de las cintas betamax en las que fue grabada aquel sábado por la tarde de hace décadas, y se convertiría en un icono casi bíblico que muchos llevarían por bandera.
Era completamente imposible que Tron no resurgiese de sus cenizas.
Lo cierto es que, gracias al resurgimiento de Disney post compra de Pixar, que dejó a Steve Jobs como accionista de la compañía de Mickey Mouse. La nueva Disney está ofreciendo grandes dosis de justicia divina. Y, claro está, Tron reúne toda la filosofía (con doble moral y giro mortal) que el cabeza visible de Apple intenta vender desde que comenzó en el mundo laboral. Era casi imposible que no la recuperasen.
Esto da pie a que muchos de los juegos que han sido gratuitos o de baja estofa durante los últimos años, como los Snake y sucedáneos, resurjan de sus cenizas ofreciendo a los posibles compradores la oportunidad de pagar por ellos. Bueno, y por llevar un logo y unos neones marca de la casa.
El caso es que, con Tron Legacy nos llegan dos juegos muy diferenciados: el de PS3 (que no llegará al final en formato Xbox 360 a nuestro país) y el de Wii. El primero es un juego que cuenta lo sucedido en el ciberespacio entre las dos películas. Un juego de acción, con tintes de Prince of Persia, que comentaremos en breve.
El segundo, toda una lección de, digamos, aprovechamiento de marca para lanzar producto no del todo interesantes.
Tron Evolution: Battle Grids nos lleva a una especie de Arena de combate en la que el programa Tron es el campeón absoluto. Nosotros somos un nuevo programa en la contienda. Y tanto siguiendo una especie de campaña algo equívoca, como haciendo las cosas a nuestro gusto, tendremos que participar en cinco juegos diferentes: Motos de Luz, Hiper bola, Disco, Tanques y Quads.
La primera, en fin, todos sabemos de qué va. Es un Snake en tres dimensiones que, además, permite saltar, hacer caballitos y moverte de cualquier forma (normalmente estos juegos sólo permitían giros de 90º).
Hiper Bola es el juego en el que los personajes de Tron llevan una Cesta Punta en la mano, y con ella pueden romper el suelo de sus rivales. Disco nos permite tirar a los rivales y eliminarlos en un campo de juego. Tanques es una competición a cuatro personas en la que, como no, tendremos que acabar con los tanques del enemigo. Y, por último, Quads es un Deathmatch con vehículos muy del estilo de los Warthdogs de Halo.
Sí, algunos de los juegos, sobre todo Hiperbola y Quads son divertidos. Otros, como el de Disco y el de las Motos de Luz son un poco aparatosos. Pero, el mayor problema de este juego no es eso. Es que, simplemente, sabe a poco.
Los gráficos han sido creados para parecer más infantiles La jugabilidad es bastante irregular. La historia es un rato pobre…
En general, Tron Evolution: Battle Grids apuesta mucho por la nostalgia, pidiendo más de tus recuerdos que de tu afición a los videojuegos. Sin duda, en ese sentido, puede encontrarse un punto de gracia. Algo que, sin el logo de Tron, no tendría en absoluto.
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