UNA MALA PASADA
Un niño de 6 años gasta a escondidas 16.000 dólares en un juego para móviles
La falta de supervisión, los micropagos y un despiste, hacen que un niño de seis años gaste una gran cantidad de dinero en un juego para iOS y Android.
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Hay que tener especial cuidado a la hora de vincular nuestra tarjeta de crédito a una consola y sus servicios de suscripción, pero también en los teléfonos móviles. El motivo no es otro que evitar desagradables situaciones como la que les ha pasado recientemente a una familia estadounidense. Los micropagos han vuelto a desatar polémica y pillado por sorpresa a unos padres que se han encontrado con 16.000 dólares menos en su cuenta.
George Johnson, de seis años de edad, acumuló a escondidas esta suma de dinero en Sonic Forces, un juego para iOS y Android que se lanzó hace ya tres años. Mientras que la madre trabajaba desde casa debido a la actual pandemia, no se dio cuenta de que el menor de sus dos hijos había empezado a realizar compras con su iPad. Durante el mes de julio, el joven compró diferentes potenciadores y ventajas con precios que van desde los 1,99 dólares hasta los 99,99 dólares para aumentar la velocidad, desbloquear personajes y otras recompensas.
Jessica Johnson no tardaría en sospechar en que algo estaba pasando, pues el pasado 9 de julio recibió en su cuenta bancaria 25 cargos distintos por un valor de 2.500 dólares. Sin embargo, lo que no llegó a imaginar es que estos gastos procedieran de un videojuego, pues la forma en que venían reflejados parecía algún tipo de error.
Investigando un poco, descubrió que Apple y PayPal estaban retirando sumas considerables de dinero, a lo que asumió que se trataría de un fraude. Llamó a su banco y, todavía sin hacerse una idea de que los gastos eran por micropagos de un videojuego para móviles, presentó un reclamo cuando la factura alcanzó los 16.293 dólares.
No fue hasta octubre cuando el banco determinó que los gastos realmente eran suyos y que debía comunicarse con Apple. Es aquí cuando Jessica Johnson quedó completamente en shock. La compañía no podía devolverle el importe porque no lo había reclamado durante los 60 primeros días.
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